− ¿A quién le devolvería antes la llamada, a Tarantino o a Burton?
− ¿Tengo que decidir? ¡No, por favor! [Risas]
− ¿Cuál fue el primer actor o actriz que le conmovió, que le dejó al borde mismo de la lágrima?
− Susan Sarandon y Sean Penn, en Dead man walking. Los dos son maravillosos profesionales.
− ¿Qué frase cinematográfica le gusta aplicar como leit motiv personal?
− “Don’t dream it, be it!”. Soy fan incondicional de The Rocky Horror Picture Show.
− ¿Qué largometraje ha visto tantas veces que se sabe los diálogos completos de alguna escena?
− Los Goonies. ¿Qué persona de mi generación no ha soñado con experimentar las mismas aventuras que viven los protagonistas mientras buscan el tesoro de Chester Copperpot?
− ¿Cuál fue el último filme que no fue capaz de ver hasta el final?
− Soy muy curioso y siempre espero que la película pueda darme una sorpresa que merezca la pena si lo anterior no me ha convencido demasiado. Creo que nunca me he salido del cine.
− ¿Recuerda alguna anécdota que haya vivido como espectador en un teatro o sala de cine?
− Hacía muchísimo calor en la sala donde vi Blancanieves y una señora no hacía más que abanicarse. Aunque la cinta es muda, resultaba molesto escuchar todo el tiempo ese ruidito, pero nadie le decía nada. Le pedí varias veces en voz alta que parara, hasta que no tuve más remedio que acercarme. ¡Y resultó que tenía problemas de audición! Yo me quedé planchado y ella también se disculpó.
− ¿A qué serie de televisión está enganchado, y por qué?
− ¿Me tengo que quedar con una? Soy adicto a Homeland, The walking dead, The Newsroom, Miranda… Me sorprenden continuamente con unos guiones y unos repartos impresionantes. En cuanto a ficción nacional, sigo desde el primer capítulo Gran Hotel y Familia, dos buenos ejemplos de que en España también podemos hacer grandes productos.
− ¿Cuál es el mejor consejo que le ha dado alguien cercano para ejercer este oficio?
− “No puedes gustar a todo el mundo”. Es imposible pretender que nuestro trabajo siempre llegue a todos y que nos lluevan felicitaciones todo el tiempo. Solo hay que pensar en hacer las cosas con pasión, energía y honestidad.
− ¿Qué punto fuerte destacaría de usted como intérprete?
− Soy un tío que siempre tiene propuestas, lleva los deberes hechos y arriesga sin miedo a equivocarse.
− ¿Y débil?
− Quizá deba construir un poco más la confianza en mí mismo, sobre todo a la hora de venderme, de afrontar el día a día que vivimos en esta profesión: las llamadas, los castings…
− Adelántenos, ahora que no nos escucha nadie… ¿Cuál es el siguiente proyecto que se va a traer entre manos?
− De momento estoy embarcado en dos cortometrajes, de esos que apetecen porque te ponen en riesgo y cuentan con un equipo estupendo. Y después, lo que tenga que venir… ¡El trabajo genera trabajo!
− ¿Qué sueño profesional le gustaría hacer realidad?
− De momento sueño en pequeño. Quiero encontrar un proyecto audiovisual de larga duración, en el que pueda aprender día tras día, ya que trabajar es la mejor escuela. Y ya puestos, que el personaje fuera al estilo de Dexter, como me dijo una vez Luis San Narciso. Sería todo un reto encarnar a alguien tan alejado de la imagen que puedo dar de primeras.
− ¿Qué canción o canciones escogería para ponerle banda sonora al momento actual de su vida?
− Dramas y comedias, de Fangoria.
− ¿En qué otra época de la historia le gustaría haber nacido?
− En esta. El oficio que he elegido ya me permite vivir otros tiempos.
− Díganos qué le parece más reseñable de AISGE y en qué aspectos le gustaría que mejorásemos.
− Es maravilloso que haya quien luche por nuestros derechos y gestione de manera tan cuidadosa el reparto de la recaudación anual. Tanto la página web como la revista son un escaparate para conocer cosas a las que no podríamos acceder de otra manera. ¡Gracias por defender tanto nuestro colectivo!