"Trabajar con distintas generaciones hace que te sientas un poco el patriarca de la profesión. A veces incluso coincides con los hijos de los hijos de actores que conoces de toda la vida. No me arrepiento de nada, porque asumiendo que todos somos imperfectos, nuestros trabajos también lo son. Conforman lo que somos. Tampoco me planteo qué personaje me gustaría la próxima temporada, eso es algo que decido sobre la marcha. Los guiones que me atraen hablan de la vida cotidiana y la realidad desde el cariño. Y con personajes que me diviertan, porque sin diversión no hay pasión, y sin pasión no hay cine".
Así se lo ha contado a BEATRIZ PORTINARI