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Juan Frendsa
 

 
“En ‘Vive cantando’, por primera vez no encarno al típico guapo y malote”
 
 

Este barcelonés es uno de los muchos actores egresados del Estudio Nancy Tuñón. Al principio compaginó las clases con su presencia en cortometrajes, unos 70 desde 2008, a menudo bajo las órdenes de estudiantes de la ESCAC. De entre todos ellos destaca Olivia, rodado en el verano de 2010, sobre un niño que solo imaginaba su futuro junto a una chica similar a su querida Olivia Newton-John. Él puso cara al protagonista ya crecido, cuando emprendía el noviazgo de sus sueños, aunque resultaba algo tormentoso. El catalán no solo ha cultivado el formato breve como actor: a comienzos de 2013 escribió y dirigió Yo nunca, nunca, donde varios amigos reunidos por Navidad se lanzaban dardos envenenados mientras bebían un chupito tras otro. Entonces se aireaban herpes genitales, tríos, relaciones homosexuales… Como la que mantenían dos de las chicas, a pesar de que una tenía novio. Pero la muerte del padre de este unía más a la pareja y ponía fin a ese idilio furtivo.
 
   En 2011 saltó al largometraje gracias a La manada, un thriller de bajo presupuesto (2.500 euros) realizado por alumnos del mismísimo Santiago A. Zannou. Dio vida a Nico, el personaje principal, que raptaba a un viejo amigo que le había arrebatado a su novia. Adicto a las drogas y con ansias de liderazgo entre los suyos, maltrataba al secuestrado y descubría en él una fortaleza inesperada. El rodaje de esa historia, una reflexión sobre los límites de la amistad y el uso de la violencia para lograr objetivos, fue trepidante: las 100 páginas de guion se filmaron en jornadas de 14 horas durante 12 días. Al año siguiente le esperaba una película de mayor envergadura titulada Alpha, que le mantuvo pegado al drama de acción, pues presentaba a tres delincuentes obligados a distanciarse tras un atraco fallido. Casi una década después, ya con vidas muy diferentes, se reencontraban: uno había salido de prisión, otro se había convertido en policía honrado y el último había escalado a lo más alto de una banda criminal. Una vez libre, el expresidiario estaba decidido a tomar el buen camino, pero los problemas de su hermano menor no se lo ponían fácil. Su nombre engrosó el cartel junto a los de Álex Barahona, Xenia Tostado, Irene Montalà o el propio Sergi Arola. Este 2014 volverá a la gran pantalla con la comedia adolescente Losers, cuyos puntales son tres frikis poco acostumbrados a ligar que pasan unos días en un festival veraniego. Uno de ellos, demasiado mimado e inocente, incluso es virgen. Al final, pese a demostrar su inexperiencia en el mundo del desenfreno y soltar mil comentarios desafortunados, todos consiguen su propósito.
 
 

 
 
   El programa más emblemático de La Sexta, Salvados, le brindó su primera experiencia televisiva en 2009. Entonces fue uno de los actores anónimos que, dentro de la sección Infiltrados, se colaban en eventos significativos con historias ficticias que suscitaban el interés de los medios. A finales de 2011 arrancó la grabación de la serie Sin oficio ni beneficio, cuyas cuatro entregas online le pusieron en la piel del seductor Rafa. Aunque quizá tal adjetivo le venía grande, ya que solo se acostaba con feas, quinceañeras y desequilibradas. También con una arisca policía que, embobada por el tórrido revolcón, sacaba a dos amigos suyos del calabozo. Siempre dispuesto a tener sexo, no dudaba en inventarse que su primo sufría una deficiencia mental para enternecer a una chavala y materializar sus intenciones. Meses más tarde sumó a su currículum 13 maneres de quedar-se sol, una producción emitida por la Red de Televisiones Locales catalana, que lleva casi diez años apoyando a los nuevos creadores mediante su iniciativa Denominació d’Origen. Los 13 episodios, construidos a base de improvisación, relataban otros tantos conflictos en muy diversos ámbitos: la familia, el colegio, la pareja… Él bordó al retorcido Marcos, capaz de tramar cualquier plan para poner a prueba la lealtad de su novia, a la que conocía desde la adolescencia. Pero ella se daba cuenta de que el tiempo había pasado y seguía sin alcanzar sus metas vitales, así que optaba por dejar atrás la desconfianza y los celos de él. Y es que ir a la universidad le abría nuevos horizontes, poco factibles si no rompía sus lazos con los vecinos del barrio periférico donde siempre había vivido.
 
   El gran público le conoce gracias a la serie musical Vive cantando, llegada el pasado septiembre a la parrilla de Antena 3. En ella se encarga del secundario Tito, un policía tan buenazo que se enamora de una vendedora ambulante china en lugar de detenerla. Por no hablar de sus favores al vecindario: ofrece un pavo a la siempre apurada Trini (María Castro) para que su familia tenga cena, ayuda al joven Jeco (Víctor Sevilla) a pagar la multa que él mismo le ha puesto por hacer botellón… En un cajón permanece todavía el piloto de la apocalíptica Rotten Rain, una ambiciosa propuesta que ha llamado la atención de varias cadenas nacionales. Grabada íntegramente en Lleida, su punto de partida es el contagio masivo que provoca el virus Kalixtra, una macabra creación extraterrestre para borrar la memoria a los humanos. Solo algunos sobreviven sanos en un mundo que pueblan hordas de infectados. En caso de que el proyecto llegue a la pequeña pantalla, se compondrá de 34 capítulos repartidos en tres temporadas.
 
 

 
 
   La comedia Divorci!, estrenada el pasado noviembre en el Teatre Gaudí de Barcelona, le acercó a esas escandalosas rupturas matrimoniales que mueven millones de euros y nutren publicaciones sensacionalistas. Sobre el escenario encarnó al futbolista Cesc Santana, decidido a finiquitar su corta convivencia con la modelo Bruna Monroy. Los jóvenes contrataban a dos abogados que antaño estuvieron casados y veían el litigio como una réplica exacta de su propia separación. El lío, por tanto, estaba servido: la pareja de famosos no tenía del todo clara su decisión y los letrados volvían a sentirse atraídos tras su batalla profesional. La sala alternativa Porta 4 acogió en diciembre Año nuevo, vida nueva, su debut como dramaturgo y director teatral. Esa pieza breve, que narraba el encuentro de dos personajes solitarios la última noche del año, se representó con otras tres dentro del programa Postals de Nadal. Todas ellas tenían tono costumbrista y abordaban ese pequeño detalle de las fiestas navideñas que siempre olvidan los centros comerciales: lo tristes que son para mucha gente. Ahora ofrece en el espacio Miniteatres una trilogía (también de su cosecha) formada por Un regalo para Dulce, Esta barra es mía y Al día siguiente. Los tres títulos se desarrollan cronológicamente, desde que la cuarentona Dulce decide pasar sola la Nochevieja y un gigoló llamado Pablo llega a su casa, hasta que ambos se cogen una borrachera monumental y amanecen en plan romántico.
 
 
 
HÉCTOR ÁLVAREZ JIMÉNEZ
¿Recuerda el momento particular en que decidió ser actor?
− Trabajaba como modelo y un día me salió la oportunidad de rodar un anuncio. Cuando acabó el día tuve muy claro que lo mío era actuar.
 
− ¿Quién fue la primera persona a la que se lo contó?
− Mi madre. Le dije que quería probar suerte en el mundo de la interpretación y, como siempre, me apoyó. Al igual que mi abuela. Sin ellas nada de esto sería posible.
 
− ¿Cuál ha sido el mayor golpe de suerte que ha recibido hasta ahora en su carrera?
− Seguramente, mi llegada a la televisión de ámbito estatal con la serie Vive cantando, aunque 2013 fue un año muy completo: también se estrenó mi primer trabajo en cine e hice teatro como actor, director y dramaturgo.
 
− ¿A cuál de los personajes que ha encarnado le tiene especial cariño? ¿Por qué motivo?
− A mi Tito de Vive cantando. Es la primera vez que me dejan encarnar un personaje que no es el típico chico guapo y malote. Un actor no puede evolucionar si siempre hace lo mismo.
 
Si el teléfono dejase de sonar, y ojalá que no, ¿a qué cree que se dedicaría?
− Viajo siempre que puedo porque me encanta, así que recorrería el mundo con mi mochila. Por el camino escribiría obras teatrales y se las enviaría a directores para ir viviendo con lo justo.
 
− ¿Ha pensado alguna vez en tirar la toalla?
− Cada día. Luego respiro y continúo.
 
 

 
 
− ¿En qué momento de qué rodaje pensó: “¡Madre mía, en qué lío me he metido!”?
− El día que empecé a rodar mi primera película, La manada, porque me había preparado las 123 páginas del guion en solo una semana. ¡Fue una auténtica locura!
 
− ¿Le gusta volver a ver las series y películas en las que ha participado?
− Sí, los veo una o dos veces para corregir las manías que tengo como persona y evitar que ensucien el personaje.
 
− ¿Cuál considera que es el principal problema del cine español y qué solución se le ocurre para paliarlo?
− Propongo que dejen de rodarse superproducciones y se abaraten los sueldos de las grandes estrellas. No es justo que algunos actores ganen millonadas y otros cobren sueldos irrisorios. Si no existiesen los cachés, habría dinero para más películas, todos tendríamos más trabajo. Además, cuando los filmes son menos costosos, la inversión se recupera con mayor rapidez. También soy partidario de que los responsables del sector den más oportunidades a la gente joven, ya que en nuestro país hay mucho talento por descubrir.
 
− ¿A quién le devolvería antes la llamada, a Tarantino o a Burton?
− A Tarantino, sin duda.
 
− ¿Cuál fue el primer actor o actriz que le conmovió?
− Sean Penn.
 
¿Qué frase cinematográfica le gusta aplicar como leit motiv personal?
− “La felicidad solo se da cuando es compartida”. Pertenece a Into the wild, cuyo título en castellano es Hacia rutas salvajes.
 
− ¿Qué largometraje ha visto tantas veces que se sabe los diálogos completos de alguna escena?
− El que he mencionado en la anterior respuesta.
 
¿Cuál fue la última película que no fue capaz de ver hasta el final? (si es que ha habido alguna).
− ¡Muchas! Y, por desgracia, cada vez más…
 
− ¿A qué serie de televisión está enganchado?
− Ahora mismo a ninguna. Hasta hace poco seguía Breaking bad, pero se terminó.
 
− ¿Cuál es el mejor consejo que le ha dado alguien cercano para ejercer esta profesión?
− “Si tienes que llegar a lo más alto, genial. Y si no, disfruta del camino”.
 
− ¿Qué punto fuerte destacaría de usted como intérprete?
− Mi capacidad de trabajo.
 
− ¿Y débil?
− A veces me confío demasiado.
  
− Adelántenos, ahora que no nos escucha nadie… ¿Cuál es el siguiente proyecto que se va a traer entre manos?
− Este enero estreno dos textos como dramaturgo y en marzo o abril empezaré a grabar la segunda temporada de Vive cantando.
 
− ¿Qué sueño profesional le gustaría hacer realidad?
− Vivir en Nueva York y hacer cine allí.
 
− ¿Qué canción simboliza el momento actual de su vida?
− Toda la banda sonora de Into the wild, de Eddie Vedder.
 
− ¿Qué titular le gustaría leer en el periódico de mañana?
− “Se acabó el hambre en el mundo”.
 
− ¿Qué otra época de la historia elegiría para nacer?
− En el futuro, hacia el año 3569, por ejemplo.
 
− Díganos qué le parece más reseñable de AISGE y en qué aspecto le gustaría que mejorásemos.
− Soy nuevo en la secta, así que de momento no digo nada.
 

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