KOLDO OLABARRI
DORMIR CON EL GUION AL LADO Y APAÑÁRSELAS CON UNA CREMALLERA ROTA EN PLENA FUNCIÓN
• Después de haberme despertado... apago las 40 alarmas que tengo.
• Lo primero que consulto cada día es… Instagram.
• El objeto más preciado que tengo por casa… Fotos, películas de DVD y un eguzkilore que me regaló un campesino.
• Las horas vuelan cuando… veo The handmaid's tale.
• Imposible evitar la manía de… dormir con el guion a mi lado cuando estoy estudiando.
• No me acuesto sin… mi aparato.
• Jamás olvidaré el momento en que… se me rompió la cremallera del vestido que llevaba mi personaje mientras representaba Obabakoak en el Teatre Lliure. Para no quedarme desnudo los últimos 15 minutos tuve que apañármelas para salir del escenario, subir hasta un camerino del cuarto piso a buscar el otro vestido de recambio e incorporarme a la función sin que nadie se diera cuenta.
• El juguete que me volvía loco en mi niñez era… un muñequito pequeño que se me cayó a la taza del váter y nunca más volví a ver.
• Mi primer recuerdo de la televisión… Los dibujos animados de ETB 1.
• La interpretación me ha cambiado… taaanto. Me ha enseñado qué es la disciplina, el trabajo en equipo, la empatía; he aprendido a frustrarme, a escuchar con todos los sentidos, a tener el valor de desnudarme emocionalmente, a aceptar las críticas constructivas, a que me importe menos lo que piensen de mí...
• La última vez que un admirador me sorprendió... Mi madre es mi mayor admiradora y una sonrisa andante. Me sorprende cada vez que viene al teatro: la veo tan seria en la butaca que pienso que no le está gustando lo que está viendo, pero luego viene emocionada a decirme lo mucho que ha disfrutado. Eso se repite en cada función, y siempre me sorprende lo que sucede detrás de esa cara seria.
• Cuando necesito suerte llevo conmigo… No tengo amuletos.
• Soy un absoluto desastre... con las rutinas deportivas, pero estoy en ello...
• Pasé vergüenza... cuando saludé a Lluís Pasqual con un "Encantado de conocerte" y él me dijo que ya nos conocíamos de Barcelona. ¡Yo estaba muy nervioso!
• La app más reciente a la que he hecho hueco en mi móvil… Yuka.
• Aluciné por la casualidad de… haber flipado con el curro de Ione Irazábal haciendo de Don Juan Tenorio y enterarme después de que somos casi familia.
• No tengo pelos en la lengua para hablar de… la gente que está con el móvil en el teatro durante una representación. Me saca de quicio. Lo hablo con ellos directamente.
• La gente se parte de risa al contar que... yo era el emo del anuncio de Renault al que le subía y bajaba una lágrima. ¡Ssshhh!
• A veces me miran con extrañeza por… abrazar árboles.
• Qué susto me llevé cuando… Trump ganó las elecciones.
• Un personaje histórico con el que me habría tomado un café… Chavela Vargas. Me habría encantado que cantase para mí solo.
• No me resisto cuando en la carta de un restaurante veo… gyozas o chipirones en su tinta.
• Regresaría mil veces a… Favignana.
• Quien más se aproxima a mi ideal de belleza… son aquellas personas emocionalmente inteligentes y sanas, empáticas, que transmiten calma, que saben escuchar, que cuentan mil historias, que se divierten y abrazan dolores. Por ejemplo, mi abuela.
• Quisiera parecerme a… Tatiana Maslany.
• Confieso que me bloquea el miedo a… las gallinas. A las aves en general.
• Cuando me muera... que me celebren.
• Me gustaría ser recordado... por mis trabajos y por haber querido bien.
Por Rubén del Palacio
Koldo Olabarri (Bilbao, 1992) no para de darnos alegrías en los últimos tiempos. Este mes de julio ha recibido el Premio AISGE al mejor actor en el Festival Ibérico de Cine (Badajoz) gracias a su incómodo encuentro sexual con el personaje encarnado por Frank Feys en el cortometraje Tres veces. En abril nos hizo más llevadero el confinamiento con su papel en ese retrato de los inicios de ETA como banda criminal que fue La línea invisible, la serie de Mariano Barroso para Movistar+, donde presenciaba la desproporcionada violencia de la policía franquista contra aquellos que socavaran la estabilidad del régimen desde Euskadi. Y empeñado en seguir de actualidad, va a participar a las órdenes de los directores argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat en la prometedora película Competencia oficial, cuyo rodaje se vio interrumpido por la pandemia. Prometedora porque supone el reencuentro ante las cámaras de Penélope Cruz y Antonio Banderas, acompañados por figuras de la talla de Óscar Martínez, Irene Escolar, Manolo Solo, Melina Matthews...
Tantos logros seguidos no son más que la consecuencia de un talento que ya estaba en plena ebullición. Este mismo año le veíamos con apariciones episódicas en dos series de indudable reputación entre la crítica: en la piel del mismísimo Luis García Berlanga en El Ministerio del Tiempo y como becario en la comedia política Vamos, Juan. Lejos ya queda su paso por la emblemática ficción de la televisión vasca Goenkale. Más impacta su salto en el cine, pues a la mencionada Competencia oficial llega tras su intervención en esa aventura entre una mujer madura (Maribel Verdú) y un adolescente (Germán Alcarazu) que plasmó en El doble más quince el director Mikel Rueda, de cuya mano ya debutó Olabarri en el mundo del corto con Agua! Aquello ocurrió en 2012, y compartió entonces elenco con Álex Angulo o Fernando Tielve. Y ahí va un dato curioso: ¿quién no recuerda con una sonrisa el acento vasco de Dani Rovira en Ocho apellidos...? Pues bien, fue este jovencito el que le instruyó en la entonación, una parte importantísima de aquel trabajo que condujo al actor malagueño hasta el Goya.
Si halagüeña es su progresión en el audiovisual, mayor tute lleva sobre el escenario. Su último montaje fue el drama Como un viento helado en el teatro madrileño Fernán Gómez, al cual precedió la célebre historia de Obabakoak versionada por Calixto Bieito para el Centro Dramático Nacional, con Eneko Sagardoy en su reparto coral tras levantar el Goya al actor revelación por la película Handia. Pueblan su currículum varias producciones del bilbaíno Pabellón 6 e incluso obras wn Wisconsin, donde terminó sus estudios de Bachillerato.