#LeerSientaDeCine
Cuando el cine es algo más que una afición
Noemi Guillermo despliega en ‘Prefiero M y otras pasiones cinéfilas’ un contagioso y muy documentado amor por el séptimo arte
ANTONIO ROJAS (@mapadeutopias)
Quizá haya llegado el momento de rendir el homenaje que se merece al Cinexin, aquel proyector de juguete que alimentó la imaginación de miles de niños en los años 70 y 80. ¿Cuántos pequeñajos no sintieron nacer su afición por las imágenes en movimiento gracias a ese aparato de plástico duro que funcionaba con pilas gordas y que hoy solo se puede encontrar en rastros, portales de subastas o las aplicaciones de compraventa de segunda mano?
La propia Noemi Guillermo, quien además de dermatóloga y filóloga escribe desde hace muchos años de cine, confiesa que el origen de su amor por el séptimo arte proviene de aquellas proyecciones infantiles que tenían por protagonistas al Pato Donald, los Pitufos, Popeye o Mickey Mouse. Eran las tardes en que el salón de su casa se convertía en improvisado cineclub para las amiguitas del cole.
Aquella jovencita de entonces, nacida en Reus en 1980, es hoy una reputada crítica, firmante del libro Mabuse. El eterno retorno y colaboradora habitual de la editorial Notorius. Precisamente, algunos de los textos publicados en el sello que dirigen Guillermo Balmori y Enrique Alegrete se han reunido en el volumen que nos ocupa: Prefiero M y otras pasiones cinéfilas.
A lo largo de sus 15 capítulos, la autora expone los abundantes y enciclopédicos conocimientos adquiridos sobre directores como Fritz Lang, Ernst Lubitsch, William Wyler, Ingmar Bergman o José Luis Garci, pero sobre todo despliega un desbordante y contagioso entusiasmo por sus creaciones fílmicas. Ella misma proclama que el cine es emoción y que las películas, además de alimentar la imaginación y estimular las neuronas, deben sacudirnos internamente, removernos las entrañas. Y es lo que ella se ha propuesto con los lectores, a los que lentamente va inoculando el maravilloso veneno de la cinefilia.
Cada apartado se desarrolla como una breve monografía sobre una cinta. Pequeños ensayos en los que la autora detalla el argumento, contextualiza el largometraje en su época y en la filmografía del realizador, relata los entresijos del rodaje, las particularidades de actores y actrices y, por encima de todo, deja al descubierto las razones por las que ella siente devoción por cada título. No se esconde a la hora de expresar sus preferencias, que razona con vehemencia persuasiva: al lector le llega que confluyen siempre motivos de peso, no meros caprichos.
Noemi nos convence, por ejemplo de que M, el vampiro de Düsseldorf encapsula al Fritz Lang más monumental, inspirado e irrepetible. Nos aboca a creer que Tú y yo, de Leo McCarey, es una pieza de excepcional belleza, serena y a un tiempo pasional. Nos hace partícipes de su parecer sobre 10, Calle Frederick, de Philip Dunne, “verdadera joya”. O nos contagia su visión de Lost in Translation, de Sofía Coppola, como película de culto y una de las mejores cintas del siglo XXI.
Mención aparte merecen los dos capítulos finales, consagrados a José Luis Garci, al que le une una gran amistad y sobre cuya producción regala encendidos elogios y entusiastas comentarios. De You're the One. Una historia de entonces subraya esa frescura que no languidece con los años, al tiempo que ensalza un guion redondo y no menos parabienes para la fotografía, música, realización y, claro, el cuadro de intérpretes. En cuanto a El crack cero –en el que ella misma tuvo un pequeñísimo papel– dice que es la mejor representante de esa trilogía garciana, “un clásico instantáneo”.
Compartamos o no sus opiniones, Noemi Guillermo logra transmitirnos sus pasiones cinéfilas y animarnos a que reemplacemos la lectura por una buena ración del mejor cine posible. Y si es sobre pantalla grande, mejor.
‘Prefiero M y otras pasiones cinéfilas’ (Reino de Cordelia, 2021). 144 páginas, 14,95 euros