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Gorda, negra y pobre: la autobiografía sin complejos de Gabourey Sidibe
La protagonista de ‘Precious’ repasa su vida con descaro y sarcasmo en ‘¿Y tú qué miras?’
ANTONIO ROJAS (@mapadeutopias)
No tiene que ser nada fácil llevar una existencia normal (si es que tal adjetivo significa algo) cuando desde muy pequeña has de soportar las miradas de rechazo, el racismo, la violencia o los insultos de quienes te rodean: desde los compañeros de clase, capaces de decirte “eres guapa…a tu manera”, hasta esos internautas que te catalogan como “hipopótamo” o “puta gorda negra”. Y si, además, naces en un entorno desfavorecido, el destino parece abocarte a la condición de outsider.
Gabourey Sidibe es hoy una actriz multipremiada, sobre todo gracias a su papel protagónico en Precious, la película basada en la novela Push, de Sapphire. Pero antes de que el director Lee Daniels le concediera esa oportunidad que la ha catapultado a la fama, ¿qué recuerda de su día a día como joven de color en un barrio conflictivo de Nueva York? Porque sus paseos de hoy por la alfombras rojas no siempre fueron así.
El relato de esa vida hasta que se convierte en rutilante estrella de la industria cinematográfica queda ahora plasmado en el libro ¿Y tú que miras? En él cuenta cómo se enfrentó a la infancia en el seno de una familia formada por una madre extravagante, un padre aburrido y polígamo, y un hermano mayor que no ejercía de tal. Cómo tomó conciencia de su gordura –de su diferencia– con apenas seis años. De qué manera, siendo apenas una adolescente, tuvo que afrontar la ansiedad, una depresión, la bulimia o un abandono escolar. Cómo ha vivido la sexualidad. O cómo, para sobrevivir y ayudar al pago de los gastos familiares, se vio trabajando durante varios años como operadora de una línea erótica.
Pero que nadie se lleve a engaño y crea que el libro está escrito desde el rencor o los deseos de venganza, aunque a veces se burle de quienes se reían de ella o de quienes, aún hoy, continúan acosándola en Twitter o Instagram. Ella misma lo confiesa: los insultos, aunque ya no tanto, aún hoy siguen doliendo.
Gabby se armó de valor. Echó la vista atrás, aunque muchas veces la mirada no fuera reconfortante, y peleó contra su pasado con una sonrisa en la boca y mucho, muchísimo sarcasmo. Se define como una mujer inteligente, divertida, con talento, maravillosa y triunfadora. “Soy negra. Soy gorda. Y a veces soy un poco putilla”. Y abofetea a los intransigentes, a los racistas, a los maltratadores y a los gordofóbicos con un estilo insolente, desacomplejado, cercano y cómplice. El resultado es una historia divertida y tremendamente descarada. Y al que no le guste..., peor para él.
Aunque es adicta a Twitter, critica con dureza a esta red social y a quienes la utilizan con una insultante falta de sentido del humor. Y ataca los bulos que se difunden en Internet, como el que durante meses circuló sobre su supuesta muerte. “Se había creado una noticia acerca de algo que no era real. Creo que es así como el periodismo funciona ahora”. ¿Les suena de algún episodio informativo reciente?
Su mensaje positivo lleva aparejado un reconocimiento generoso hacia todas aquellas personas que estuvieron a su lado, creyeron en ella, la ayudaron en los peores momentos y le desearon un futuro de éxito, aunque Sidibe sigue convencida de que la fama es “superrara” y "una espada de doble filo". Porque ella solo quería hacer lo que le apeteciese y decirle sí a la vida, aunque hubiera instantes en que los pensamientos de muerte estuvieran a punto de imponerse a su voluntad.
Escribir el libro le sirvió a Gabourey Sidibe para reformular su visión sobre la vida, el trabajo, el cuerpo, la familia o sobre sí misma. Y también para hallarle un sentido al dolor. Quizá, muchas personas que puedan sentirse como ella se sintió durante tantos años encuentren consuelo en uno de sus mensajes: “Mi belleza no la dicta un espejo”.
‘¿Y tú qué miras?’ (consonni, marzo de 2022). 264 páginas, 23,50 euros (eBook: 10,99 euros)