ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS

Nos emociona esta ópera prima de Clara Serrano Llorens y Gerard Simó Gimeno (Col·lectiu Vigília) sobre la tierna convivencia de un nieto con su abuela. La película está nominada a los Gaudí en la categoría de mejor dirección novel y recibió el premio DAMA al mejor guion en el Festival de Gijón. En el extranjero le avala una mención especial del jurado en el Festival de Cork (Irlanda).  

   Filmada en catalán y castellano en Barcelona, L’edat imminent es una producción de Ringo Media. La mayor parte de sus actores no son profesionales, y entre ellos destacan tanto el joven Miquel Mas Martínez como la anciana Antonia Fernández Mirel. Uno y otra integran el formidable dúo protagonista.

   La vida de Bruno se ve considerablenmente limitada por la dependencia de su abuela Nati. Él tiene 18 años y ella va por los 86. El chaval hace malabares para trabajar, pasar tiempo con sus amigos y atender los cuidados a Nati. Cuando recibe la llamada de una residencia que ofrece plaza pública a la mujer, el joven Bruno intentará mantener el equilibrio para no perder a la única familia que conoce.

   “Ha sido una experiencia maravillosa enseñar a Antonia y a Miquel a estar ante la cámara sin miedo. Los ensayos con sus personajes de abuela y nieto fueron intensos y enriquecedores. Todos aprendimos mucho en ese proceso”, manifiestan los directores de la cinta. 

   Otro papel de importancia es el Andy, la mejor amiga de Bruno/Miquel Mas Martínez, a quien da vida la joven Nunu Sales. Esta actriz debutó en el cine en 2023 con Un sol radiant (Mònica Cambra y Ariadna Fortuny). Por su parte, de poner cara a Max se encarga el actor Jan Mediavilla. 

   No nos olvidamos de los demás nombres del plantel. Tessa Dela Merced interpreta a Gloria, que vive con los protagonistas. Ella es la guía de la batucada en la que Bruno toca el tambor. Los papeles de Paula y Samu corresponden a Claudia Jara y Albert Caro Aguilera.

El amor y el desgaste

“L’edat imminent aborda el diálogo entre generaciones", afirman Clara Serrano Llorens y Gerard Simó Gimeno, "el momento en que la receta de sopa de nuestra abuela se convierte en nuestra receta. Con la relación de Bruno y Nati exploramos cómo el amor y el desgaste coexisten en las relaciones familiares. Y entendemos que amar a veces también significa aprender a dejar ir”. Ambos autores se formaron en la Universidad Pompeu Fabra, donde el filme nació como proyecto de fin de grado. Más tarde fue desarrollado con los otros miembros del Col·lectiu Vigília (Ariadna Ulldemolins Abad, Laura Corominas Espelt, Laura Serra Solé y Pau Vall Capdet).

   Los cineastas plantean L’edat imminent como "carta a nuestros progenitores, abuelos y abuelas, cuidadores y cuidadoras. La historia, desde nuestro punto de vista joven, habla sobre proteger a los que siempre han cuidado”. Tanto Clara Serrano Llorens como Gerard Simó Gimeno están vinculados a la BSM-UPF (Barcelona School of Management de la Universidad Pompeu Fabra) en postgrados y másteres de montaje y documental.

   La acción transcurre en las afueras de Barcelona. “Eso nos da la oportunidad de mostrar realidades de la sociedad de hoy, como puede ser la diversidad cultural en las zonas periféricas, la dificultad de acceder a una plaza en residencias públicas y la precariedad laboral de la gente joven”, enumeran.

   La actriz Antonia Fernández Mir ha asegurado que está viviendo el mejor momento de su vida a los 87 años. Ella y Miquel Mas Martínez nos arrebatan con interpretaciones muy naturales, pero muy profesionales. Evitan caer en el drama de una anciana dependiente y un chico en el polo opuesto, deseoso de vivir las experiencias y sensaciones que le corresponden a un adolescente. Y es que la cinta nos sorprende a menudo con un humor absolutamente contagioso.