Los estrenos del 14 de septiembre
‘Los amores cobardes’
LOS SENDEROS DE LA MELANCOLÍA
ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
Llega a la cartelera esta sensible y melancólica ópera prima de la joven gaditana Carmen Blanco, presentada ya en el Festival de Málaga y en el de Alicante, donde obtuvo el premio a la mejor dirección y el de la crítica. Rodada en Málaga y su provincia, Los amores cobardes es una producción independiente de Abismo Films, con la ayuda de un efectivo micromecenazgo.
Eva (Blanca Parés) vuelve a su ciudad natal para pasar el verano. Allí recupera el contacto con su madre (Tusti de las Heras) y Gema (Anna Coll Miller), su mejor amiga. También se encuentra inesperadamente con Rubén (Ignacio Montes), un querido amigo que seis años atrás no quiso volver a verla, sin darle explicaciones. Las jornadas vacacionales pasan y ninguno de los dos sabe cómo expresar lo que realmente siente por el otro.
Blanca Parés es la protagonista de Los amores cobardes. Trabajó en los filmes Pasión criminal (Rubén Dos Santos) y Julieta (Pedro Almodóvar), además de en la serie El secreto de Puente Viejo y actualmente en Amar es para siempre. “Blanca está en todos los planos de la película y le agradezco el esfuerzo que hizo, la concentración y la intensidad que hay que mantener para una actuación de semejantes características”, reconoce la directora. Su partenaire en el filme es el malagueño Ignacio Montes, actor de las producciones televisivas Centro médico y Velvet Colección.
Otro papel esencial es el de Tusti de las Heras, actriz de los largometrajes Gente en sitios (Juan Cavestany) o Sor (Fernando Simarro). “Mi personaje trata de ser el complemento, la solución del desordenado puzle de sentimientos y decisiones de su hija”, afirma De las Heras, a quien también hemos visto en El secreto de Puente Viejo y La que se avecina.
El plantel incluye a Anna Coll Miller, cuya actuación se vio en los cortos Pecho lobo (Enrique Ellerker) y Star Wars: Wraith Squadron (Sergio Ros y Paco Sánchez). Agustín Otón encarna a Hugo, otro de los amigos de la época adolescente de Eva/Blanca Parés, conocido por trabajar en la serie diaria Centro médico. Y David Mora (pretendiente de Eva) colaboró en Como la espuma (Roberto Pérez Toledo) y Velvet Colección.
Amistad y amor
“Es una película que reflexiona sobre si hay una línea no escrita entre la amistad y el amor de un hombre y una mujer”, señala Carmen Blanco. Durante la exhibición de Los amores cobardes en el Festivalito de la isla de La Palma, la directora realizó con Blanca Parés el corto Eva regresa a modo de precuela, cuyo argumento incide precisamente en la soledad de la protagonista antes de lo que sucede en el largometraje. “Hay un tema muy importante que toca la película, y es la necesidad de Eva de cerrar su adolescencia para poder encarar con más determinación sus objetivos como persona adulta”, comenta Blanco. Es autora además de los cortos Vintage, Pollo asado o Perenne.
La cineasta tenía clara la cinta que deseaba pese al precepto de tener que ajustarse a un presupuesto exiguo. “Los amores cobardes es una película de personajes que posee una base narrativa sólida. Sabíamos que no tendríamos grandes apoyos, así que la hemos autoproducido. Y estamos contentos y emocionados del resultado”, afirma Blanco. Admite influencias de Sofia Coppola y su largometraje Lost in Translation. “Como ocurre en dicha película, también hablamos de una relación ambigua, en la que los personajes están un tanto perdidos y tratan de poner orden al caos que les envuelve.
Blanco está ilusionada por esa ventana que se está abriendo en España para el cine realizado por mujeres. “Todavía hay mucho camino que recorrer, pero el éxito de películas tan maravillosas como Verano 1993 nos da fuerza para contar nuestras historias, que deberían ser más o menos las mismas si las rodara un hombre”, razona.
Los amores cobardes es una tierna historia de desamor, amistad, expectativas frustradas. Están bien dibujados los personajes de Blanca Parés, Ignacio Montes, Anna Coll Miller y Tusti de las Heras; y la música del grupo indie McEnroe acompaña muy acertadamente ese sentimiento lánguido, indefinido, de dudas, que sabe expresar con precisión Carmen Blanco.