Los estrenos del 15 de junio
‘No dormirás’
EL ESPANTO EN EL OTRO LADO
ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
Suspense, terror, sorpresa, emoción. Esas son las cualidades de esta excitante cinta que se premió en el último Festival de Málaga. Se trata de una coproducción entre España, Uruguay y Argentina (donde ya se ha estrenado con éxito), rodada entre Gran Canaria y Buenos Aires bajo la dirección del uruguayo Gustavo Hernández, quien dispuso de un brioso reparto con los nombres de las aplaudidas Belén Rueda y Natalia de Molina a la cabeza.
En un hospital psiquiátrico abandonado, la directora de teatro Alma Böhm (Belén Rueda) anima a sus intérpretes a experimentar con el insomnio para la preparación de una obra. Dos jóvenes actrices, Cecilia (Natalia de Molina) y Bianca (Eva de Dominici), son las aspirantes a encarnar a la protagonista, para lo que deben pasar al menos 108 horas sin dormir y llegar a un estado extremo en el que la irrealidad, los deseos ocultos y una fuerza que no controlan les empuja a un trágico desenlace.
Belén Rueda regresa en No dormirás a un cine fantástico y terror del que es la reina indiscutible. Todos la recordamos en los filmes El orfanato (de J. A. Bayona), Séptimo (Patxi Amezcua) o Los ojos de Julia (Guillem Morales). “Alma, la mujer que interpreto, está obsesionada con alcanzar la verdad absoluta de la escena y obtener de los actores todo lo que llevan dentro, aun a costa de su salud”, señala Rueda, cuyos últimos estrenos han sido Perfectos desconocidos (Álex de la Iglesia) y El cuaderno de Sara (Norberto López Amado). “He tenido que introducirme a fondo en la mente de un personaje tan extremo, pero siempre con cuidado de saber manejarlo para que la interpretación no se te vaya de las manos”, comenta. La veremos próximamente en El pacto (David Victori).
Genio y belleza son algunas de las armas de Natalia de Molina, la ganadora de dos Goya por Vivir es fácil con los ojos cerrados (David Trueba) y Techo y comida (Juan Miguel del Castillo). “Como actriz, nunca he llegado a los límites de concentración, ansiedad, tensión e histeria que llega a experimentar Cecilia, mi rol, para conseguir esa conexión especial, tan terrorífica, que le pide el personaje de Belén”, afirma la intérprete de Jaén. Actualmente da vida a Francesca en la serie La catedral del mar. “La película especula sobre asuntos en los que estamos todavía a oscuras. No sabemos a ciencia cierta cómo funciona la mente, la delgada línea que puede separar la locura del raciocinio. Y eso nos espanta”, puntualiza De Molina. Tiene a la vista dos nuevos estrenos a las puertas: Quién te cantará (Carlos Vermut) y Animales sin collar (Jota Linares).
Además de la argentina Eva de Dominici, destaca la colaboración de la modelo y periodista María Zabay, en su debut en el cine como una de las actrices insomnes del filme. “Me ha encantado rodar a los órdenes de un director tan hábil como Gustavo Hernández y al lado de compañeras tan fenomenales como Belén y Natalia”, reconoce Zabay.
Una experiencia personal
“El proyecto nació a raíz de una experiencia personal, después de unas noches de insomnio en las que mis sentidos estaban muy alerta y la percepción de mi entorno se volvió más aguda y extraña”, explica el director Gustavo Hernández. Es autor de los largometrajes La casa muda y Dios local. “Las investigaciones sobre el insomnio y la prolongada ausencia de sueño que llevamos a cabo mi coguionista Juma Fodde y yo nos dejaron atónitos, a ambos nos daban mucho miedo. A partir de ahí construimos una película clásica de género en la que no podía faltar Belén Rueda y un edificio que parece habitado por fantasmas”, añade el realizador.
Nos complace la fuerza de las imágenes, la sugestión y el espanto genuino que provoca No dormirás, prueba del talento de un director sutil, poético y conocedor de las claves de un género incombustible y favorito del público. Con buen criterio, se ha apoyado en actrices absorbentes: Belén Rueda, cuya fuerza dramática es cada vez mayor, y Natalia de Molina, bendecida por una afortunada combinación de inocencia y potente carga erótica. Una y otra logran que abramos los ojos ante esa pantalla llena de pesadillas y sobrecogedoras fantasías.