Los estrenos del 18 de septiembre
‘L'ofrena’ (La ofrenda)
LAS HERIDAS DEL AMOR
ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
Presentada entre ovaciones en la sección Zonazine del reciente Festival de Málaga, la segunda película de Ventura Durall es un romántico drama que gira en torno a tres espléndidos protagonistas: Álex Brendemühl, Verónica Echegui y Anna Alarcón. Rodada el pasado año entre Barcelona y Valencia, La ofrenda es una producción de Nanouk Films, Fasten Films, Suica Films...
Violeta (Anna Alarcón) recibe la visita de Rita (Verónica Echegui), la mujer de Jan (Álex Brendemühl), un amor de adolescencia que la abandonó. Y eso marcó su vida. Violeta desconoce que la visita de Rita es el primer paso de Jan para intentar reescribir su historia.
“Mi personaje ha pasado muchos años sumido en el dolor. Por un lado, quiere estar con las personas que quiere; por otro, es incapaz de no seguir siendo autodestructivo”, comenta Brendemühl. Sus anteriores estrenos en la pantalla grande fueron Petra (Jaime Rosales), Madre (Rodrigo Sorogoyen) y El silencio de la ciudad blanca (Daniel Calparsoro). “Las dudas que tiene Jan son en cierta forma las que agitan al actor al abordar su trabajo. Vamos hacia un territorio desconocido en el que luchamos para conseguir la mejor actuación y dotar de verdad a nuestro personaje”, reflexiona. Le veremos próximamente en Akelarre (Pablo Agüero).
Otro personaje en guerra con el mundo y consigo misma es el de Echegui. A esta actriz la hemos admirado en los filmes La gran familia española (Daniel Sánchez Arévalo), Kamikaze (Álex Pina), No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas (Maria Ripoll) o La niebla y la doncella (Andrés M. Koppel). En televisión ha brindado su talento a las series Apaches y Trust. “Rita, mi papel, busca en Jan la seguridad que le falta en la vida. Un refugio frente a la permanente tormenta que siente en su interior”, afirma. Está a punto de estrenar Explota, explota (Nacho Álvarez).
No menos importante es el rol de la barcelonesa Anna Alarcón, con películas en su filmografía como Insensibles (Juan Carlos Medina), L’altra frontera (André Cruz Shiraiwa), Boi (Jorge M. Fontana) o La hija de un ladrón (Belén Funes). Los telespectadores catalanes han seguido sus pasos en las producciones La Riera, Nit i dia y Heavies tendres. “Violeta ha negado durante mucho tiempo su verdadera personalidad, sus auténticos sentimientos. La ofrenda cuenta el momento en que decide dejar de fingir y reencontrarse con esa herida profunda que es Jan”, señala Alarcón. David Trueba le ha confiado el protagonismo de A este lado del mundo.
Completa el reparto Pablo Molinero, en la piel del marido de Violeta(Anna Alarcón, conocido por su papel de Mateo Núñez en la aclamada serie La peste. También encontramos aquí a Josh Climent (La inocencia, de Lucía Alemany) como Jan joven y a Claudia Riera (series Las del hockey y Vis a vis: Oasis) como Violeta joven.
La culpa y el perdón
“Si el arte implica siempre alguna forma de transferencia entre artista y espectador, La ofrenda explora cómo nuestros actos se cristalizan en estructuras mentales: la obsesión, la culpa, el perdón...”, apunta Ventura Durall. Antes dirigió el filme Las dos vidas de Andrés Rabadán, protagonizado por Brendemühl. Sustentan además su trayectoria los documentales El perdón y Bugarach y el cortometraje La sonrisa escondida.
Durall tuvo en cuenta La Odisea para explicar ese “triángulo amoroso imposible entre Jan, Violeta y Rita. Álex es Ulises, que debe regresar junto a Penélope, el papel de Anna, aunque eso haga sufrir a los dos. Huirá de los abrazos y los besos de Calipso, el rol de Verónica, porque piensa que siguiendo con ella se va a mentir a sí mismo, acunado en esa felicidad ficticia”, expone el cineasta.
Es un verdadero espectáculo ver en la pantalla cómo sufren Álex Brendemühl, Verónica Echegui y Anna Alarcón, que ofrecen lo mejor de su arte para emocionarnos con unos personajes que lo hacen todo por amor, incluso cuando huyen de ese amor que les compromete y les ata. Ventura Durall deja que sean sus rostros abrasados por las lágrimas, sus cuerpos a veces desnudos, los que cuenten la verdad de lo que son, la verdad de sus deseos y anhelos más íntimos. Todo es auténtico en La ofrenda, todo nos acerca a esa extraña, tortuosa y fascinante tarea de vivir y amar, a la entrega enloquecida al otro, que quizá esté esperando nuestros mejores besos.