ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS

Deporte, drama, sentido épico y emoción a raudales se fusionan en esta excelente cinta de Àlex Murrull y Dani de la Orden sobre el glorioso equipo de waterpolo de España en las Olimpiadas de Barcelona 92. Con guion de Carlos Franco, 42 segundos es una producción de Playtime Movies, Sábado Películas y Lightbox en coproducción con la andorrana Imminent Produccions. Al frente del reparto encontramos a Jaime Lorente y Álvaro Cervantes. 

   A pocos meses de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, la selección española de waterpolo necesita un golpe de efecto para evitar el ridículo. Llega un entrenador muy duro y polémico que trabaja incansablemente con los waterpolistas y con los dos líderes enfrentados: Manel Estiarte y Pedro García Aguado. Entre todos crean un equipo victorioso que recibe el apoyo del país y demuestra al mundo entero que se puede llegar más allá de donde nunca imaginaron.

   “La sensibilidad de Álvaro y Jaime fue clave para poder llevar a los personajes al lugar que buscábamos. Dos hombres de apariencia dura, capaces de soportar el dolor y sus respectivos liderazgos, pero frágiles e incapaces de gestionar sus emociones”, comentan los directores. Álvaro Cervantes encarna a Manel Estiarte, el capitán de la selección. El actor barcelonés ha destacado en películas como Adú (Salvador Calvo) o Donde caben dos (Paco Caballero). Por su parte, Jaime Lorente se pone en la piel de Pedro García Aguado, el otro gran líder del equipo. Este artista murciano es conocido desde La casa de papel y por su papel de Rodrigo Díaz de Vivar en la serie El Cid. “Ambos se sumergieron en las vidas de sus alter ego reales y conversaron largos ratos con ellos para construir su propia versión”, señalan Murrull y De la Orden.

   Al resto de waterpolistas los interpretan Cristian Valencia (en el pellejo del jugador Jesús Rollán), actor del largometraje Blue Rai; Germán Alcarazu (Javi Franco), protagonista del filme El doble más quince; Pep Ambròs (Arnau Agut), con un papel relevante a las órdenes de Iciar Bollain en El olivo; Alfons Nieto (Pau Bosch), de la serie Hache; Julen Alba (Miguel Poves), destacado gracias a Fernando Colomo en la cómica Poliamor para principiantes; y Santos Adrián (Maties Guardiola). 

   Engrosa el reparto el bosnio Tarik Filipović como entrenador del equipo. A su ayudante, Joan, le da vida Artur Busquets (actor en la película de Adrián Silvestre Mi vacío y yo). Y Júlia Lara (en la serie L'última nit del karaoke) es una nadadora llamada Sara.

Una historia de personajes

“Llevar a cabo dramas deportivos en España es algo muy poco habitual. Por eso buscar referentes fue casi imposible. Sin embargo, los retos nos motivan muchísimo. Para poder desarrollar esta historia hemos estado bien acompañados. 42 segundos tiene el waterpolo como trasfondo, pero es eminentemente una historia de personajes, y para eso necesitábamos actores muy brillantes: dispuestos a entrenar duro en el plano físico, pero también a transmitir todas las emociones de aquel equipo”, explican Àlex Murrull y Dani de la Orden. Murrull ha dirigido los cortos El meu amic Amaruk y Traces. Por lo que se refiere a De la Orden, figura entre los directores más taquilleros del cine español, con éxitos como El mejor verano de mi vida, Litus, Hasta que la boda nos separe y El test, que también se estrena este próximo viernes. 

   Los directores se sorprendieron con la respuesta de la gente que se acercaba al rodaje, interesada por una película sobre el brillante recorrido de la selección española en Barcelona. “Muchos nos contaban anécdotas sobre la final contra Italia porque estuvieron allí; otros recordaban perfectamente dónde la vieron y algunos incluso todavía sentían la emoción de esa final. Todos o casi todos tenían algo en común: ninguno se consideraba aficionado al waterpolo”. 

   Efectivamente, no hace falta ser seguidor del waterpolo o del deporte en general para sentir la emoción que Murrull y De la Orden nos inoculan con 42 segundos. Han creado personajes que aspiran a lo máximo como deportistas para sentirse mejor como personas y olvidar los traumas que arrastran, como ocurre en los casos de los dos protagonistas, construidos brillantemente por Álvaro Cervantes y Jaime Lorente. Gracias a ellos y al resto del reparto entendemos muy bien de qué va eso de la dureza de la gloria.