Los estrenos del 26 de mayo
‘Extraña forma de vida’
AMOR Y BALAS A PLENO SOL
ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
Tras su gran éxito durante su presentación en Cannes, llega a nuestras pantallas este wéstern queer de Pedro Almodóvar. Sus 31 minutos de duración contienen una historia de amor, celos y venganza que hará las delicias de los incontables fans del director manchego alrededor del mundo. Extraña forma de vida es una producción de El Deseo rodada en inglés el pasado verano en el desierto almeriense de Tabernas, con un reparto internacional en el que figuran Pedro Casablanc, Manu Ríos, Jason Fernández o Sara Sálamo.
Un hombre llamado Silva (Pedro Pascal) cruza con su caballo el desierto que le separa de Bitter Creek. Va a visitar al sheriff Jake (Ethan Hawke). Hace 25 años uno y otro trabajaron juntos como pistoleros a sueldo. Silva llega con el pretexto de reencontrarse con su amigo de juventud, y celebran su encuentro, pero a la mañana siguiente Jake le dice que la razón de su viaje no es el recuerdo de su amistad.
“Creo que en Extraña forma de vida he conseguido, tras la selección del casting, un reparto ajustado y preciso”, reconoce Almodóvar. En el elenco, además de los estadounidenses Ethan Hawke y Pedro Pascal (este último nacido en Chile), sobresalen también las actuaciones que brindan artistas españoles. A Pedro Casablanc le hemos visto últimamente en cine gracias a El universo de Óliver (Alexis Morante), La jefa (Fran Torres) o Dolor y gloria y Madres paralelas (ambas de Almodóvar). A Jason Fernández le hemos seguido la pista en la series Libertad, Alba y Bienvenidos a Edén. El manchego Manu Ríos, de Calzada de Calatrava (Ciudad Real), ha tenido papeles destacados en las series Élite y El silencio. A Sara Sálamo la recordamos a finales del año pasado en la comedia El refugio (Macarena Astorga). Y el madrileño George Steane intervino en la aplaudida serie Apagón. Otros nombres del plantel son los de Losé Condessa, Erenice Lohan o Daniel Rived.
“Ya desde los ensayos, la comunicación entre los actores fue intensa y fácil, y después, en el rodaje, todo marchó como la seda... salvo por el sol inclemente de Almería en pleno agosto. Tanto calor ponía a prueba nuestra resistencia”, comenta el director.
Pasión por el wéstern
Confiesa Pedro Almodóvar que el wéstern le interesa enormemente. "Quizá llegué tarde a este género", señala, "pero con las películas de John Ford, Howard Hawks o Sam Peckinpah me convertí en un gran admirador. También de Johnny Guitar, de Nicholas Ray, y de Duelo al sol, de King Vidor”. El cineasta de Calzada de Calatrava nos ha deslumbrado en cintas como Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, La ley del deseo, Mujeres al borde de un ataque de nervios, Todo sobre mi madre, Hable con ella, Volver, Julieta, Dolor y gloria y Madres paralelas. “Me gusta mucho rodar cortos. Tanto La voz humana (2020) como ahora Extraña forma de vida me han permitido ser libre y fresco. Cuando filmo un largometraje intento acercarme a la realidad, ser fiel al compromiso, pero tengo la sensación de que en los cortos es mucho mayor la tentación de asumir riesgos. Narrativos y estéticos”.
Con Extraña forma de vida vemos situaciones absolutamente nuevas en el wéstern. “Quería que los protagonistas hicieran la cama juntos, que compartieran la comida que hace uno de ellos. Son ellos los que realizan estas tareas, encargadas tradicionalmente en las películas del Oeste a las mujeres”, manifiesta Almodóvar, cuyo inabarcable palmarés incluye dos Óscar, cuatro Goyas a la mejor película y tres al mejor director, entre otros muchos galardones. “Hay secuencias de sexo en el corto, con esos dos pistoleros que vemos en flashback y en el tiempo actual. He rodado muchas escenas de sexo en mi carrera, pero ahora soy más comedido, ruedo las necesarias para realzar el guion”, explica. El genio manchego está preparando su próxima película, la primera en inglés de toda su carrera. La filmación está prevista para la primavera de 2024 en Nueva York.
Extraña forma de vida es un wéstern lírico, muy romántico, en ese sentido apasionado que recordamos de clásicos como Encubridora, de Fritz Lang, o la ya citada Johnny Guitar. Los protagonistas se amenazan con sus revólveres, pero en realidad es otra forma de demostrar su amor y el rencor por no haber vivido juntos durante años. Almodóvar es un maestro en cualquier género. Incluso en el wéstern demuestra su dominio.