Los estrenos del 7 de septiembre
‘Carmen y Lola’
AMOR INICIÁTICO
ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
En un alarde de sensibilidad y pulso narrativo, Arantxa Echevarría debuta en el largometraje con este drama de amor iniciático donde intervienen actores no profesionales. Tuvo su estreno mundial en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, en la que se granjeó grandes ovaciones y elogios. Es además uno de los tres filmes españoles seleccionados para competir en los Premios del Cine Europeo.
Carmen (Rosy Rodríguez) es una adolescente a punto de prometerse con un joven de otra familia gitana. Conoce casualmente a Lola (Zaira Romero), prima del novio, empeñada en ir a la universidad. Casi sin darse cuenta, Carmen y Lola se hacen muy amigas y descubren un nuevo mundo, aunque sus familias lo rechazan visceralmente.
La elección del reparto
“Desde el primer momento supimos que trabajaríamos con la verdad por bandera. En el mundo gitano apenas hay actores o actrices. Esa era nuestra gran apuesta: buscar en su comunidad dos adolescentes que se atrevieran a interpretar estos personajes. En un durísimo casting que duró seis meses, vimos a más de 1000 gitanos. Por fin encontramos a nuestra Lola y a nuestra Carmen”, comenta la directora.
Zaira Romero es una chica de 18 años ‘merchera’, mezcla de gitano y paya. “Jamás había estado delante de una cámara, pero irradia una enorme veracidad en cada frase que pronuncia”, afirma la cineasta. Muchas dificultades tuvo para encontrar a la actriz que encarnaría a Carmen. “Estábamos muy cansados tras a probar a cientos de chicas. Rosy Rodríguez fue la que tenía el número 897. Nos asombró la complicidad que estableció desde el primer momento con Zaira y sus sugestivas miradas a la cámara. Ella era, sin duda, la que buscábamos para el papel de Carmen”, dice Echevarría.
Otro descubrimiento esencial en Carmen y Lola es Moreno Borja, que incorpora al padre de Lola: Paco. “Es un gitano culto, moderno, sensible. Su trabajo en la película es maravilloso”, señala la realizadora. La interpretación no pasó inadvertida para Paco León, que lo fichó para su serie en Movistar+ Arde Madrid, cuyo lanzamiento está próximo.
Rafaela León es la mujer de Moreno Borja en Carmen y Lola. “Nunca se me pasó por la cabeza ponerme delante de una cámara. He aceptado el papel porque era un modo de ganar algo de dinero para mi familia”, explica. Entre los 150 gitanos sin experiencia interpretativa que intervienen en el reparto, hay una intérprete que sí es profesional: Carolina Yuste. “Se mete en la piel de Paqui, una mujer que intenta poner un poco de cultura y sosiego en esta comunidad gitana del extrarradio de Madrid”, cuenta Echevarría. Yuste ha trabajado en las obras Hablar por hablar y Séneca, con montaje del Centro Dramático Nacional. Pronto tendremos ocasión de verla en la pantalla grande gracias a Quién te cantará, la nueva película del prestigioso Carlos Vermut.
Directora y mujer
“Al ser mujer, creo que tengo una forma diferente de mirar el mundo, de observar la realidad, incluso de narrarla. Soy directora y mujer, y quizá no en ese orden. Y eso me caracteriza. Me he sentido obligada por cuestiones morales a dar voz a quienes carecen de ella. El cine se ha convertido en mi altavoz ante ciertas causas que se deben mostrar”, razona la bilbaína Arantxa Echevarría. Es autora de cortos como De noche y de pronto y Yo presidenta.
“Una noticia de 2009 sobre una boda de mujeres gitanas en Granada fue el germen de la historia de Carmen y Lola. Habían sido rechazadas en su entorno, por su familia y la sociedad gitana. Pero aún así, se casaron y dieron voz a un colectivo desamparado”, relata la cineasta, que obtuvo una mención especial del jurado por el guion de esta cinta en el Premio Julio Alejandro de la SGAE (un guion que apoyó el que esto escribe).
Espléndida ópera prima de Arantxa Echevarría que capta la belleza, la inocencia y la naturalidad del amor iniciático que se fragua entre las protagonistas. También nos maravilla la precisión con que muestra el ambiente de las familias gitanas, sus costumbres y tradiciones, el papel subalterno que se le sigue adjudicando a la mujer en dicho mundo.