Los estrenos del 9 de junio
‘La voluntaria’
BUSCANDO EL FUTURO
ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
Entusiasmó en el festival de Málaga esta segunda película de la barcelonesa Nely Reguera, un magnífico drama sobre la problemática de los campos de refugiados que se beneficia de la presencia de la gran Carmen Machi. Rodada en la primavera de 2021 entre Barcelona y el campo de refugiados de Malakasa (Atenas), La voluntaria es una producción de Fasten Films y Bteam Prods, con la participación de RTVE, TV3 yMovistar +.
Marisa (Carmen Machi), una doctora recién jubilada, decide viajar como voluntaria a un campo de refugiados griego donde, a su parecer, necesitan a gente exactamente como ella. Al llegar allí, se hace evidente que no tiene nada que ver con los demás. Cuando conoce al pequeño Ahmed, los límites entre la necesidad de cuidar y de sentirse útil empiezan a desdibujarse.
“Marisa es un gran personaje, una mujer que necesita seguir siendo necesaria al jubilarse, pero se va a encontrar con muchos problemas en su voluntariado en el campo de refugiados griego”, comenta Carmen Machi, la actriz que hemos admirado en películas como Los abrazos rotos, de Pedro Almodóvar; Que se mueran los feos, de Nacho G. Velilla; Ocho apellidos vascos, de Emilio Martínez-Lázaro (Goya a la mejor actriz de reparto), Mi gran noche, de Álex de la Iglesia; La puerta abierta, de Marina Seresesky, o Un efecto óptico, de Juan Cavestany. “Creo que si hubiera más personas como ella el mundo sería bastante mejor y las cosas cambiarían de verdad”, relata la intérprete madrileña, muy conocida también por series como 7 vidas, Aída, Arde Madrid o Vida perfecta.
Acompañan a Machi en el reparto Itsaso Arana (Caro), a punto de estrenar Tenéis que venir a verla, de Jonás Trueba, y en las series Dime quién soy y Reyes de la noche; Arnau Comas (Sergi), uno de los protagonistas de Les dues nits d'ahir, de Pau Cruanyes y Gerard Vidal; Dèlia Brufau, en la serie Las del hockey; y, entre otros, el niño sirio de nueve años Hamam Aldarweesh-Almanawer, que encarna a Ahmed, uno de los muchos niños que viven en el campo de refugiados de Malakasa. “Nunca he conocido a nadie como Hamam. Puede que sea un niño, pero es desde luego un actor como la copa de un pino”, piropea Machi. Y Nely Reguera añade: “Era totalmente necesario que Carmen y Hamam conectaran porque comparten muchas secuencias. Los dos se entregan para la alegría, la tristeza y la ternura de sus personajes”.
La injusticia del sistema
“La voluntaria aborda la complejidad del acto y el deseo de amar y cuidar. Cuidarnos los unos a los otros es una labor que nos une, nos ayuda a crecer, nos humaniza. ¿Qué nos empuja a hacerlo, el bienestar del otro o también nuestra propia satisfacción? ¿Es posible combatir la injusticia del sistema solo con buenas intenciones y sin renunciar a nuestra comodidad?”. Son preguntas que se formula Nely Reguera, la directora que con su ópera prima, María (y los demás), aspiró en 2017 al Goya a la mejor dirección novel.
“La preparación y el rodaje de La voluntaria ha sido un proceso muy difícil e intenso, pero también muy especial. La historia transcurre en un campo de refugiados en Grecia y gran parte del reparto y figuración de la película son personas refugiadas a las que no puedo estar más agradecida por la generosidad y el entusiasmo con que han compartido conmigo sus vivencias”, explica la realizadora de capítulos de series como Heavies tiernos, Benvinguts a la família y Valeria, y los cortos Ausencias o Pablo.
Algunas de las experiencias que vivió Reguera como cooperante en diversas ONG están reflejadas en la cinta. “He conocido a mujeres como el personaje de Carmen Machi que buscaban en el voluntariado llenar un vacío personal o profesional, y quizá las circunstancias de cada uno deben quedar al margen del trabajo del cooperante”, expone la cineasta.
Con respeto y cercanía, Nely Reguera plasma, en una sabia combinación de ficción y documental, la dramática situación de tantas personas que viven en campos de refugiados sin saber lo que será de sus vidas en el futuro. La verdad de lo que cuenta es mucho más verdad si lo vemos desde los ojos y el inagotable talento de Carmen Machi, en la piel de una apasionada mujer que se enfrenta a un muro de burocracia y reglas que no acepta o no comprende. El espectador, inmerso en esta trama de personas necesarias y desamparos universales, habrá de decidir quién tiene razón