− Su primer filme, Cómo sobrevivir a una despedida, ¿no fue idea suya?
− No. Los productores ya venían con un guion. Me habían seguido la pista en el mundo del corto. En la fase de preproducción me dijeron que tratara de hacerlo mío, así que fui dialogando y dibujando personajes. Pero no es fácil hacer tuyo algo que no has creado tú. Fue un proceso del que aprendí muchísimo.
− Así que Rumbos es su cinta más personal.
− Sí. Rumbos se asemeja más al universo de mis cortos.
− Lleva ya unos años con ella.
− Nació en 2008, pero se interrumpió. Es una historia en tiempo real: la película dura lo mismo que la trama, de 4.30 a 6 de la mañana, el horario un programa de radio al que pone voz Julia Otero. La vida de los personajes va en movimiento, al igual que las ruedas de los vehículos que les transportan. Hay un turismo, un taxi, un descapotable, un tráiler… Todo sucede en una gran ciudad, durante ese programa radiofónico, que sirve de hilo conductor.
− Tiene un reparto de primera división.
− Ha sido un viaje fascinante. Pilar López de Ayala, Miki Esparbé, Ernesto Alterio, Karra Elejalde, Fernando Albizu, Carmen Machi, Rafa Ordorika… Y dos adolescentes maravillosos: Christopher Torres y Emilio Palacios.
− Suena a Crash.
− Exacto. Totalmente coral, historias cruzadas, tipo Crash o Magnolia. Todos son protagonistas.
− ¿Condiciona el éxito viral de Pipas a la hora de montar?
− No. Aquello era un plano-secuencia. Pero quien vea Rumbos identificará señas de identidad de mi obra.