La muerte de El Nani, en el cine antes que el juicio
JAVIER OCAÑA
El 12 de noviembre de 1984, Santiago Corella, alias 'El Nani', fue detenido por la policía acusado del robo de una joyería. Le trasladaron a la Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol de Madrid, y según consta en una sentencia condenatoria posterior de la Audiencia Provincial de Madrid, fue torturado hasta la muerte por un grupo de, al menos, tres policías, condenados en septiembre de 1988 a más de 29 años de cárcel por detención ilegal con desaparición forzada, falsedad documental y torturas. Pero el día 1 de marzo de ese mismo año, Roberto Bodegas ya había estrenado una producción cinematográfica sobre el caso, la muy polémica Matar al Nani, que sentó ante la gran pantalla a 255.000 espectadores.
Producida y escrita por Vicente Escrivá, la película de Bodegas estaba basada en los artículos sobre el caso escritos por el periodista de Diario 16 Gregorio Roldán, que firmó el guion junto a Escrivá. Después de hablar con la mujer de 'El Nani' y realizar un exhaustivo trabajo de investigación, Roldán fue descubriendo una red mafiosa procedente de la propia policía y de las cloacas de un Estado aún con modos del franquismo.
Según se atreve a contar la cinta, ante el vacío de poder durante el último año y medio de la Unión de Centro Democrático (UCD) en el gobierno (entre la tentativa fallida de golpe de estado en febrero de 1981 y las elecciones ganadas por el PSOE en octubre de 1982), cerca de 30 agentes de la ley, en colaboración con algunos oscuros personajes, planearon su enriquecimiento a través de robos a joyerías que realizaban delincuentes pagados por ellos y en connivencia con los propios joyeros.
Algunas fuentes apuntan que a Corella, uno de aquellos ladrones, lo enterraron en cal viva en un descampado tras las torturas. Con la ayuda del periodista Roldán, Escrivá y Bodegas contaron todo ello en una película valentísima, que se adelantó al juicio a los policías. En aquellos años de plomo en la lucha contra ETA la legislación antiterrorista permitía a la policía prolongar la detención de una persona durante siete días. José Barrionuevo, primer ministro del Interior del gobierno de Felipe González, llegó a comparecer en el Congreso para explicar el caso, y allí reconoció que no se debió aplicar la legislación antiterrorista a 'El Nani', lo que desembocó en los brutales interrogatorios y su muerte.