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15-03-2023

#AISGEformación

Jornada 3 de 3. Fundación AISGE, Madrid, 14 de marzo

 

Teatro desde primera fila, en tiempo real y ‘sintiendo’ el carraspeo del vecino de butaca

 

El metaverso abre un inmenso campo de posibilidades, pero aún falta una legislación que proteja los creadores y no solo a los desarrolladores

Foto de familia con todos los ponentes, participantes y asistentes de la última jornada

FERNANDO NEIRA (@fneirad)

Reportaje gráfico: Enrique Cidoncha (@enriquecidoncha)

El metaverso será, o ya es, un cambio vertiginoso que representa para los artistas un reto de primera magnitud. Sin duda. Pero la posibilidad de meternos en determinadas escenas de una película y resituarnos entre los personajes, o contemplarlos desde otras perspectivas, es ya perfectamente plausible en términos de desarrollo tecnológico. Y no solo eso. Desde cualquier lugar del planeta, usted podrá asistir en directo a una representación teatral, situarse en primera fila (¡se acabaron los problemas de visibilidad reducida!), sentir la interpretación de los actores y notar las reacciones de quienes los están contemplando en ese momento in situ: el carraspeo de su vecino de butaca, el aplauso de la espectadora del fondo, el resoplido de quien, justo detrás de usted, acaba de emocionarse. Suena a ciencia ficción, pero es la vida misma en este siglo XXI de incertidumbres, sí, pero también de progresos a velocidades vertiginosas.

 

Una panorámica de la sala de proyecciones de la Fundación AISGE durante la celebración de 'Metaverso para actores'

 

De todo eso se habló este 14 de marzo en la tercera y última jornada del ciclo Metaverso para actores, un programa formativo de seis horas (que acabaron siendo algunas más, porque el tema da para mucho y las preguntas se multiplicaban entre los asistentes) que la Fundación AISGE ha venido desarrollando durante tres martes consecutivas en su sede central de la calle Ruiz de Alarcón. La sesión de este último día, que se emitía también en directo vía streaming y que se puede disfrutar íntegramente en cualquier momento desde el canal de YouTube Somos_AISGE, centró muchas de las intervenciones en el reordenamiento legal que se precisa para proteger a las distintas partes involucradas en este “nuevo mundo”, en vista de que la legislación actual y la propia concepción de los derechos de autor se quedan pequeños para esta realidad inimaginable cuando se redactó el actual marco jurídico.

Marta Gutiérrez Abad

 

El evento volvió a contar con la coordinación y moderación de la actriz Marta Gutiérrez Abad y la dirección de Alfredo Villalba. Entre los asistentes en persona (es decir, sin metaversos de por medio) en la sala de Ruiz de Alarcón se dejaron ver algunos rostros ilustres, como el exseleccionador nacional de fútbol José Antonio Camacho, el exfutbolista del Atlético de Madrid José María Movilla o el bailarín Antonio Márquez. Emilio Gutiérrez Caba, actor y presidente de AISGE, cerró una experiencia formativa y de debate que no se quedará en anécdota dentro de la programación de la entidad: su director general, Abel Martín Villarejo, adelantó que habrá en el futuro nuevas entregas de Metaverso para actores para analizar la evolución de este fenómeno y comprobar en qué medida se van cumpliendo los vaticinios que los expertos y expertas han ido formulando a lo largo de sus intervenciones.

 

A continuación, lo más destacado de las palabras de los ponentes de esta tercera y última entrega de formación presencial, on line e interactiva:

 

José Antonio Hernández

CEO de Maicrosoft Europe (Digisanse Group), empresa especializada en la creación de metaversos. Experto en blockchain desde 2007. Hacker ético

 

“Yo os voy a dar mucho aire en los pulmones. Os explicaré por qué Meta se ha estrellado este año y cómo el actor y la actriz van a seguir siendo piezas esenciales. La animación y los muñequitos existen desde hace mucho tiempo. Los avatares están bien, sí, pero sobre todo para el mundo del videojuego. La cabina de Telefónica en el último Mobile World Congress sacó un avatar de mí en apenas cinco segundos, muy bien hecho, pero no ese tipo de cosas no son lo que mi cliente quiere ver. Al menos por el momento”.

 

“El metaverso no son solo los avatares, sino la misma realidad externa. Es la ruptura del espacio-tiempo. En mi empresa estamos desarrollando un proyecto orientado al teatro, otro a los bailarines (con mi buen amigo Antonio Márquez) y a los museos. Ya podemos programar un metaverso en el que la gente pueda pasear por los museos en tiempo real sin estar allí, pero con la gente real que está ahí. Es aún complejo desde un punto de vista tecnológico, se necesita un ancho de banda bien grande para que la persona con las gafas pueda entrar con una latencia de tiempo muy corta, de apenas medio segundo. Pero nos podemos meter en el MOMA o en el Metropolitan, el Louvre o el Museo del Prado, con la misma sensación de estar allí, y escuchando a la gente que está allí. Con la única diferencia de que la gente de allí no te ve a ti”.

El exentrenador de la selección española de fútbol José Antonio Camacho, entre el público de 'Metaverso para actores'. A su derecha, el bailarín Antonio Márquez y a su izquierda, el exfutbolista José María Movilla

 

“En mayo me voy con mi mujer a ver a Coldplay a Barcelona. ¿Qué supone eso? Estancia de dos días, billetes de avión más 130 euros por entrada. Imaginaos que con hardware y decenas de camaritas asistiéramos a ese concierto como si estuvieras allí. Otro ejemplo aún más concreto. Antonio Márquez tiene que representar Medea en Galicia, ante un aforo de 1.000 espectadores y con entradas a 40 euros. Pero ahora tienes la alternativa de ponerte las gafas, abrirlas y aparecer delante de Antonio para verlo bailar. Sin desplazarte a Galicia. Si en la sala real te toca en la quinta fila, a lo mejor lo ves con problemas, pero la gente del metaverso asiste desde primera fila. No nos engañemos: en mi concierto de Coldplay sé que lo voy a ver a través de las pantallas gigantes, ¡porque al cantante no se le ve la cara! Hay una escena de Spielberg de cinco minutos ya concebida para el metaverso, con 160 cámaras para cada plano”.

 

“Que un muñeco se esté moviendo aquí yo no le veo sentido. Tenemos dos películas de Avatar, con gente a la que le encanta y otros espectadores que la odian. Si fuera tan maravillosa sería la que más ha recaudado en el mundo, pero no hay una apreciación unánime. En mi opinión, yo prefiero ponerme las gafas, ver teatro en primera fila, sentirlo y emocionarme. Noto lo que dice la gente, escucho al señor que susurra detrás de mí. Y con la gente virtual que está conmigo, desde cualquier parte del mundo, puedo clicar e interactuar con una inteligencia de traducción simultánea. Podremos comentar la exposición o la obra con un coreano, en tiempo real; él hablándonos en coreano y nosotros hablándole en español”.

 

“Quede claro: no pretendo desprestigiar los avatares, me encantan. Tienen su público y un negocio alrededor. Simplemente, sucede que no todos los usuarios van a consumir lo mismo. Dentro de toda la variedad multidisciplinar, cada metaverso tendrá su público. Y el mundo del cine, lo concibo como ver una película y poderte meter dentro. Estamos lejos de las películas avatarizadas, esa es mi opinión”.

 

Santiago Mediano

Santiago Mediano

Abogado y socio fundador de Santiago Mediano Abogados, S.L.P. Presidente de la sección de Robótica, IA y Realidad Virtual del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid. Músico integrante de la big band de Las Rozas (Madrid)

 

“La inteligencia artificial (IA) como idea no es en absoluto nueva. Desde el mito griego de Prometeo convivimos con la preocupación del ser humano para crear una inteligencia a semejanza de sí mismo. Tenemos películas como Blade runner o guiones en los que el ser humano genera máquinas inteligentes que incluso acaban volviéndose en contra de su propio creador. Y hemos conocido a Deep Blue, la primera máquina que fue capaz de vencer a un jugador de la talla de Kasparov, a partir de los millones de jugadas de ajedrez almacenadas en su base de datos gigantesca”.

 

“Con posterioridad surgió un nuevo tipo de IA que no se alimentaba con bases de datos, sino que era capaz de aprender. Google puso a jugar al Go a una máquina contra sí misma, y disputó tal cantidad de partidas que al día siguiente ya le ganó la primera partida a un jugador profesional. Porque la IA interactúa con el entorno y es capaz de mejorarse con su propio funcionamiento”.

 

“En España contamos con una secretaría de Estado de agenda digital e IA. Y ya hay dos reglas en vigor en el derecho español y europeo que regulan la inteligencia digital. Pero son dos reglas que nadie nos ha dicho que regula; es decir, nos la han colado de rondón. Y son dos limitaciones de la propiedad intelectual, no por casualidad. La primera es la regla sobre minería de datos, un real decreto ley de 2021. La minería coge millones de obras de arte, las introduce en un sistema de IA, que las estudia como Deep Blue hacía con las partidas de ajedrez, y a partir de ahí puede generar obras propias. Por ejemplo, elaborar un cuadro que no copia a Rembrandt, sino que pinta exactamente igual que lo habría hecho él. Podemos pedirle a este Rembrandt que nos haga un retrato a mí y a mi familia. ¿Qué pasa si lo hacemos con todas las músicas compuestas a lo largo de la historia? ¿O con todos los guiones de la historia? Ahora mismo puede hacerse sin pedir licencia y sin pagar derechos por ello. Pueden utilizar toda la cultura de la humanidad para entrenar a sus sistemas, y el autor de esas composiciones será quien queramos que sea”.

 

La primera fila, con la actriz y consejera de AISGE Silvia Sarmentera; el presidente de la entidad, Emilio Gutiérrez Caba, y el director de las jornadas, Alfredo Villalba

 

“¿Segundo límite? La cosa suena a coña, no lo es. El pastiche. Se incluye en la directiva del mercado único digital. El pastiche lo considerábamos una especie de parodia, pero ahora se regula, al igual que la caricatura. El pastiche es un tipo de plagio permitido, según la definición de la RAE. Pues ahora ese tipo de plagio es legal, y en los considerando de la ley se especifica que es para regular los memes. ¿Pero tan importantes son como para dedicarles una norma de una directiva? O soy tonto y no lo entiendo, o aquí hay gato encerrado. Porque cuando saquen un producto a partir de toda esa base de datos, eso va a ser un pastiche y no va a infringir las normas de nadie”.

 

“Nos vendieron Internet a partir del todo gratis. Se publicitaba haciendo entender que cuantas partituras, películas y libros quisiéramos serían para nosotros. Ello implicó que se contrajera el valor de los bienes culturales y se desplazara el dinero de la cultura a la tecnología. La regulación actual de la IA va exactamente en la misma línea. Es esencial que no nos roben el debate. La IA no puede ser nuestro enemigo, porque llevaríamos las de perder. Tiene que ser nuestro aliado, pero que haya debates y acuerdos. Las cosas claras: no por detrás, sino de frente. Si quitamos valor a la propiedad intelectual, que nos lo digan a la cara para que podamos opinar o protestar. Pero que no se nos diga que el límite de pastiche es para permitir los memes, porque no es verdad”.

 

“También me preocupa el Deep fake, claro. Ahí está el ejemplo de Hilma, una película de hace 95 años con dos actrices insertadas en el momento actual. A la inversa también se podría hacer, claro: incluir en una película actual a personas que ya no están aquí. O hacer un anuncio en que alguien tan querido como Lola Flores me quiere vender algo. Todo esto hay que hablarlo y hay que regularlo”.  

 

“Los NFT son las iniciales en inglés de tokken (ficha) no fungible. Como las fichas con las que montabas en los coches de choque. Un token también puede ser una entrada al cine. Lo digital es duplicable hasta el infinito, y eso significa que se han reducido hasta el mínimo la venta de soportes de discos o dvds, más allá de los coleccionistas de vinilos. Con lo digital, lo más que nos podemos regalar es una tarjeta de regalo, y a lo mejor no es lo mismo. Los token nos pueden permitir recuperar un poquito eso, porque están pensados tecnológicamente para que no se pueda copiar. Se crea una consigna virtual, metes un contenido en ella y solo puede acceder a disfrutarlo una persona con su token. Estamos vendiendo, digamos, la llave de la taquilla. Joaquín Sabina podría grabarse declamando un soneto, por ejemplo, hacer 500 copias y vender o subastar esos token, de manera que solo las personas con esa llave puedan ver el espectáculo. Pero esto suscita enormes preguntas en materia de propiedad intelectual. ¿Qué pasa si aquello que metemos en las taquillas virtuales no es de nuestra propiedad? Desde el punto de vista legal, ¿una reventa de token es un acto de puesta a disposición? Es una cuestión capital y urgente para resolver, y hay opiniones para todos los gustos”.

 

Abel Martín Villarejo, director general de AISGE

Abel Martín

Director General de AISGE y la Fundación AISGE. Profesor de la Universidad Complutense de Madrid y especialista internacional durante los últimos 30 años en materia de propiedad intelectual

 

“Estas jornadas de reflexión son un acierto para aprender, porque con las dudas se aprende y profundiza. Es un tema novedoso para el mundo del espectáculo puede acabar transformándolo. Asistimos a todo un proceso tecnológico y también a la asunción progresiva de esa tecnología por la sociedad: no nos la pueden soltar toda de golpe, porque ni la podemos digerir nosotros ni ellos la pueden amortizar. Por eso repetiremos estas jornadas cada año, para poder evaluar la evolución”.

 

“Vamos a ponernos las pilas; a lo mejor la transformación no es para mañana mismo, pero pensemos en cómo podemos aplicar estas herramientas en el ámbito artístico. Hay muchos tipos de metaverso, no nos podemos fijar solo en un modelo, porque eso nos llevaría a angustiarnos. Pero el ser humano es consciente de su propia existencia y tiene capacidad creativa, y eso es lo que nos distingue de los demás animales. La inteligencia artificial puede crear música, un texto o una novela, pero siempre habrá elementos insustituibles. Lo más inteligente es hacernos aliados de esa tecnología y no enfrentarnos a ella, porque nos llevaría por delante”.

 

“¿Dónde queda el mundo de las emociones? Sin emoción no tendría sentido nada, y ese es un elemento reservado al ser humano. Nuestro pensamiento convergente nos lo arrasará la inteligencia artificial, pero el pensamiento divergente es el que podremos añadir para la creación de arte. El avatar va a sustituirnos en algunos aspectos a todos. Imaginemos en el caso de los abogados, que ya no van a tener que memorizar tanto. Va a ayudar a la investigación: el médico no va a tener que estudiar 5.000 casos, porque la IA le permitirá avanzar mucho en el diagnóstico. Y si el derecho a la ley va siempre por detrás de la realidad, imaginaos cómo nos encontramos en estas cuestiones: a años luz. Estamos intentando buscar respuestas desde lo que ya existe, porque no hay legislatura específica sobre esta materia. Tenemos que repensar la realidad, no estirar la goma del derecho de autor ya existente. Y estas jornadas sirven para poner la primera piedra”.

 

Marco Antonio Mariscal, letrado de AISGE especializado en software

Marco Antonio Mariscal

Doctor en derecho de autor y software. Profesor asociado en la Universidad de Alcalá de Henares. Jurista de AISGE

 

“Me alegro mucho como letrado de esta casa de que tengamos futuro. La primera legislación es de 1979, yo no había nacido. No es hasta 1987 que formulamos una primera definición para explicar qué era un programa de ordenador, y esa definición fue tan abstracta que aún hoy sigue en vigor. El enfoque de nuestra legislación va muy por detrás”.

 

“El derecho de autor empieza a dar síntomas de agotamiento. No cabe duda. La irrupción tecnológica es brutal. Pero en AISGE disponemos de las armas necesarias para seguir protegiendo los derechos de los intérpretes. En el 96, el latín era obligatorio en las escuelas y mis hijas ahora tienen clase de robótica”.

 

Emilio Gutiérrez Caba, en la despedida de las jornadas

 

“El software es ahora el medio para otros negocios, ya sean los derechos de imagen o vender pizzas on line. Todo esto mueve muchísimos millones. Esta inteligencia va a ser capaz de ofreceros resultados a los artistas, pero ¿quién va a ser el titular de los derechos de un cuadro creado por IA? Nuestro ordenamiento jurídico a día de hoy está muy obsoleto y no ofrece soluciones”.

 

El metaverso será uno o no será. Tenemos que regular no solo el software como tal, sino los resultados que genere ese software. Me parece maravilloso acceder a una realidad paralela con unas gafas, y desde AISGE debemos verlo como una oportunidad y no como un peligro. El metaverso no te va a proporcionar el cruce de miradas que se produce con el actor en un teatro, eso está claro. Pero va a ser un instrumento que nos dé un nuevo modelo de negocio y también un nuevo modo de actuar. Crearéis nuevas modalidades de películas, pero estas no desaparecerán, igual que el cine no agotó el teatro”.

 

El bailarín Antonio Márquez y el exseleccionador José Antonio Camacho dialogan con Abel Martín

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