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#MuchaVidaQueContar

 

Carmen Balagué

La vis cómica de la hija de un vaquero

 

“Carmen lo que tiene es mucha verdad y una enorme vis cómica”. Lo asegura el guionista Joaquín Oristrell en el minidocumental que la Fundación AISGE le dedica a Carmen Balagué, y lo hace con la autoridad que le da el haber pasado más de medio siglo junto a la actriz barcelonesa “trabajando en películas, series de televisión y… en la película de la vida”.  Ambos se contagiaron de jóvenes la vocación, lucharon por abrirse camino en una ciudad extraña como Madrid y saborearon las mieles de “esa edad de oro de la comedia” que compartieron con Manuel Gómez Pereira. Se encuentra cómoda sacando la gracia a personajes peleones, “reñidores”, como esa Chunga de ‘Aquí no hay quien viva’ que tuvo que abofetear a Emma Penella el primer día de rodaje. Un trago que no olvida y que recuerda ahora junto a otras muchas anécdotas más

ASIA MARTÍN (Realización, vídeo y montaje)

JUAN ANTONIO CARBAJO (Guion y redacción)

Carmen Balagué (Barcelona, 1952) creció en medio de la ciudad, en el barrio barcelonés del Clot, como si estuviera en el campo. Vivía con sus padres, su abuelo, su hermana…y 13 vacas. Cuando las monjas (“que humanamente no eran gran cosa, pero eran buena gente”)  le preguntaban por la profesión del padre, se veía obligada a aclarar: “Vaquero. Pero vaquero de vaquería, no de pistolas”. Aquella imagen de wéstern podía haber sido un presagio, pero la vocación por la interpretación no se despertó ahí. Tampoco surgió cuando hizo Els pastorets, la tradicional función que montaban todos los colegios de Cataluña por Navidad, ni en la cantidad de veces que la sacaban a leer en clase (“algo que les agradezco porque te exigían que vocalizaras”). La vocación llegó a los 19 años cuando se cruzó con un grupo de teatro aficionado en el que estaba Joaquín Oristrell, que ejerce de maestro de ceremonias en este nuevo documental de la serie #MuchaVidaQueContar.

 


“Joaquín tenía una cámara de Súper 8 y escribía guiones, nos dedicábamos a hacer cortos, ensayar obras de teatro, experimentar…”, cuenta la actriz, que por entonces era oficinista. Hasta que llegó ese día tan de película en el que se deja todo por un sueño. En su caso fue el 23 de octubre de 1977. La fecha no la olvida Carmen porque “fue el mismo día en que aparecía  Tarradellas en Barcelona después del exilio. Y nosotros, tira para Madrid”. Aquello no funcionó. “Regresamos a Barcelona. Hasta que dijimos: ‘Nos volvemos otra vez a Madrid, vamos a conseguir lo que queremos’. Y ahí ya nos quedamos durante 25 años”.


La primera puerta que se le abre en Madrid es la de Televisión Española, en la serie Platos Rotos. “Recuerdo estar yo cagadita por un lado y en una nube por otro”. Las carreras de Oristrell y Balagué van creciendo y de vez en cuando se cruzan. “Nuestra época dorada fueron lo noventa, cuando Joaquín junto con Manolo Gómez Pereira, Yolanda García Serrano y Juan Luis Iborra empezaron con sus comedias. Marcaron un estilo. Yo siempre tuve un personaje porque Gómez Pereira decía que traía buena suerte”. No participó en todas las películas que escribió Oristrell pero sí en todas las que dirigió.

 

Balagué adora el personaje de Nieves Cuesta, la hermana del presidente de la comunidad de vecinos de Aquí no hay quien viva. “Yo lo hice mío, saqué mi punto de manducona, reñidora. Creo que tengo una gracia especial a la hora de interpretar ese tipo de personaje. Es muy mona, La Chunga”. El mote surgió el primer día de rodaje, según desvela la actriz en el vídeo. “Tenía que dar un bofetón a Emma Penella. ¿Cómo lo haces? Lo grabamos varias veces pero nunca llegué a darle, quedó falsísimo, pero claro, era ¡Emma Penella!, por favor”. Aún así el personaje de Mariví Bilbao sentenció: “Esta tía es una chunga”. Y al día siguiente el apodo estaba en los guiones.

 

La hija del vaquero relata su paso durante las últimas siete temporadas por la longeva Cuéntame (“Llegué tarde, pero llegué, pude disfrutar de esa maravillosa serie”), se emociona al recordar a Verónica Forqué (“Trabajé muchísimo con ella, la  echo tanto de menos”) y aún rememora con cierto tembleque lo que el director John Strasberg le dijo en los ensayos de un Viaje de un largo día hacia la noche cuando le mostró alguna duda. “¿Tú eres valiente? Pues vete, sube al escenario y ensaya. Glups”.

 

 

Al final hace balance de una vida dedicada a la interpretación. “Nunca he hecho un protagonista, pero me da igual. Yo soy la eterna actriz de reparto y no sabéis cómo lo disfruto. He trabajado en lo que me gusta y lo he podido compaginar con mi vida personal. Soy muy afortunada”. Y termina hablando a su proyecto más inmediato, que es un viaje al Japón. Por supuesto, con Oristrell.

 

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