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MINIDOCUMENTAL


La bailaora Pacita Tomás inaugura 'Mucha vida que contar', nuestros vídeos de reconocimiento a los socios más longevos



"Comparto tantas anécdotas con mi nieto que un día me dijo: 'Abuela, ¿tú es que has sido famosa?"


ASIA MARTÍN (Vídeo, montaje y realización) / FERNANDO NEIRA (Entrevista)

La Fundación AISGE emprende una colección de dedicatorias videográficas a algunos de nuestros socios y socias más emblemáticos y longevos. Esta serie de reportajes lleva por título MUCHA VIDA QUE CONTAR. Y quién mejor que Pacita Tomás, pionera de la danza española, la que a sus 91 años nos cuente algunas cosas de esa tan próspera vida.


Nombre artístico de María Paz Tomás Llory y “madrileñísima de La Latina”, Pacita Tomás es quizá la última superviviente de una de las etapas más brillantes de la danza española y el flamenco, en cuya historia ha dejado su impronta. La realizadora Asia Martín, firmante de este reportaje, acudió a su domicilio para conocer de primera mano sus impresiones. En el vídeo, Pacita explica que orilló su carrera como artista cuando nació su hijo ("¡que luego me ha salido informático!") y relata con mucha gracia cómo le cuenta anécdotas a su nieto. "Y con 91 años, desde los 12, tengo algunas...". Tantas, que el crío, ya intrigado por las vivencias de la mujer, un buen día le hizo la pregunta que más le intrigaba: "Abuela, ¿tú es que has sido famosa?".


La bailarina y pedagoga madrileña, que se consagró junto a Manolo Caracol en el celebérrimo espectáculo La copla nueva (un triunfo arrollador en la España de los años cincuenta), ha compartido escenario con los más grandes de la copla, desde Juan Valderrama a Juanita Reina, Marifé de Triana o Antoñita Moreno. Formada con los maestros Román, La Quicá, El Estampío o los Pericet, su arte brilló no solo en nuestro país como notable representante de la llamada Ópera Flamenca, sino también por todo el mundo. En París bailó en la compañía de Carmen Amaya junto a un ya injustamente olvidado Hurtado de Mendoza y luego lo hizo por todo el mundo con su propio grupo de baile. Fue, además, protagonista de algunas películas, como María de los Reyes, Duende y misterio del flamenco o Padre Pitillo. En 1954 registró seis discos para el sello Columbia y entre sus hitos profesionales más curiosos figuran haber inaugurado un teatro en Liberia o bailar para Raniero y Grace de Mónaco, los duques de Kent o la madre del rey de Jordania. Pero no solo los escenarios han sido su territorio natural; también lo fueron las aulas.


En 1979, junto a su marido, el también bailarín Joaquín Mediavilla (Joaquín Villa sobre el escenario), abrió una academia que ha sido lugar de encuentro y aprendizaje de escuela bolera, flamenco y clásico español para varias generaciones de artistas de la danza. 

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