JAVIER OCAÑA
¿Sabías que Benito Perojo, pionero del cine español y director de obras como La verbena de la paloma (1935) y Suspiros de España (1938), llegó a producir una película de Eloy de la Iglesia, el polémico y arrebatado director del posterior cine quinqui? Fue en 1973 y Nadie oyó gritar era el sexto largometraje de De la Iglesia, en unos años en los que realizó variados trabajos lindando con el terror, entre ellos La semana del asesino y Techo de cristal.
Para terminar de redondear a la extraña pareja productor-director, Nadie oyó gritar está protagonizada por Vicente Parra y Carmen Sevilla, dos intérpretes que en aquel momento querían dejar atrás su imagen de galán y estrella, respectivamente, en una historia tan influida por un cierto erotismo como por el terror italiano del giallo.
Perojo se había retirado de la dirección en 1950 y se había centrado a partir de entonces en la producción, donde aunó grandes éxitos de público como La violetera y sonados fracasos que le llevaron a la bancarrota. Aquel 1973, cuando el cineasta tenía 79 años, fue el último de su empresa productora. Y él moriría en el mes de noviembre de 1974.