− Acerca de Loli, su papel en esa longeva ficción de TVE, dijo que aportaba un toque de humor. Y lleva ya unas semanas arrancando risotadas con ‘Aquí Paz y después Gloria’. ¿Se considera especialmente hábil para la comedia?
− Me considero dotada para la interpretación. Me halaga que me elijan para defender papeles divertidos, pues pienso que la comedia es lo más difícil de hacer. Todo buen actor cómico es, por fuerza, buen actor dramático. Existen innumerables ejemplos, como los de Tom Hanks en Hollywood o Carmen Machi en el panorama español, por citar solo dos.
− Entonces no encontrará problemas con el drama…
− Me siento cómoda en los dos registros, simplemente requieren técnicas diferentes. Cada uno tiene su propia organicidad, su propio lenguaje. Nuestro trabajo como intérpretes consiste en dominarlo todo.
− Su inolvidable Loli protagonizó varias escenas subidas de tono donde se la vio ligera de ropa. ¿No le dan apuro ciertas situaciones?
− No. Estudio cada personaje, lo comprendo, me pongo en su piel. Solo así puedo darle vida. Por eso queda fuera cualquier pudor.
− Tanta sensualidad respondía al sueño artístico de esa joven llegada a Madrid desde su pequeño pueblo: ser actriz de destape. Y entretanto se ligaba al chico de su prima. Representó entonces la emancipación de la mujer, al igual que hizo luego en ‘Padre Medina’ con su sacristana, un empleo tradicionalmente de hombres. ¿Es tu actual Gloria tan echada para adelante?
− ¡Sí! Realmente es una superviviente, hay mucho por descubrir de ella a lo largo de la temporada, sorprenderá a la audiencia.
− Como malagueña, ¿presume de los proyectos audiovisuales que se forjan en su tierra? Porque dos de las cintas favoritas de 2014, ‘La isla mínima’ y ‘El Niño’, han tenido sello sureño. Y hasta ‘Ocho apellidos vascos’ se ambienta parcialmente en Sevilla…
− Estoy orgullosa de todo lo que conseguimos en Andalucía y de lo que vamos a conseguir. Me he alegrado muchísimo por las victorias más que merecidas de mis paisanos. Esa mezcla de alegría y supervivencia propia del carácter andaluz forja personas creativas, por eso es cuna de tantos artistas reconocidos internacionalmente en todas las disciplinas.