“No veo sentido a las fronteras. Ni en el cine ni en nada”
Inquieto y curioso con los pies en el suelo. Extranjero de sueños. El galán de las noches en la pequeña pantalla esconde un discurso
FRANCISCO PASTOR
La combinación entre la sangre neozelandesa y una vida en España le convirtieron, de un día para otro, en el galán inglés de El tiempo entre costuras. Y de allí, al corazón de muchas y muchos jóvenes que, a veces, apartan al actor y preguntan por el caballero. “Josep Maria Pou me aconsejó que no diera entrevistas, que lo mejor es que nadie sepa quién soy. A veces me planteo cerrar mis perfiles en las redes sociales, pero nunca lo hago”, admite Peter Vives. A los 27 años, esa fama que le cogió desprevenido se va convirtiendo en trayectoria gracias a las noches de Velvet.
Posando, el intérprete se divierte como un niño pequeño, y le cuesta resistirse a dar indicaciones al fotógrafo. Es su venganza ante un mundo en el que, como cuenta, a los artistas ya no se les piden autógrafos, sino selfies que muestran al público su imperfección. “Hemos desmitificado al actor”, apunta el barcelonés, que coquetea con el oficio desde la adolescencia y recuerda entre risas las anécdotas de su paso por telefilmes.
En el verbo es él quien se deja llevar. Clama contra una cultura de la publicidad a la que, no lo oculta, cede algunos de sus rasgos más personales: la ropa con la que se deja ver en eventos o las marcas a las que menciona en Instagram. Eso es también de lo que vive entre rodaje y rodaje este seguidor de Juego de tronos que sueña con actuar para Tarantino o Scorsese.