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27-01-2020

Mejor actor revelación

Enric Auquer 

Una promesa irrenunciable


Hasta hace apenas unos meses era un rostro prácticamente desconocido en nuestro panorama audiovisual. Hoy muchos se preguntan dónde se metió Enric Auquer (Rupià, Girona, 1988) todos estos años. La fiereza con la que defiende su papel en Quien a hierro mata se antoja impropia de un debutante y lo ha catapultado a la primera línea. Cuando decidió acudir a clases en una escuela de teatro por sugerencia de su madre, en un intento de ayudarle a encontrar un camino, difícilmente podía imaginar que acabaría sosteniendo el Goya en sus manos. Y dos Feroz. Y un Gaudí. Según su propio testimonio, estaba acostumbrado a no dar una a derechas en todo lo que hacía o emprendía. Pero el juego de vivir otras vidas le enganchó de inmediato desde el momento en que Joaquín Oristrell le ofreció representar su primer papel de relevancia encima del escenario. Su debut a lo grande en la televisión se remonta a la reciente serie Vida perfecta, de Leticia Dolera, donde da vida a un chaval con diversidad funcional. Y la soltura con que se entregó a ese complejo personaje la derrochó también en su encarnación de Kike, el narcotraficante de la película de Paco Plaza, un director con el que se confiesa en deuda eterna… aunque no le admita consejos. Con el Goya al lado contaba que el cineasta le recomendó que debía “aprender a renunciar” para cumplir con presteza y sin frustraciones en esta profesión. No le hizo caso, admitió sin ningún pudor. Y ahora es un actor irrenunciable.


Por Pedro Pérez Hinojos

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