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09-12-2014

Cómo ser actor y sobrevivir
a las redes sociales

La influencia se mide hoy en ‘selfies’, filtros, almohadillas y 140 caracteres. Así aprovechan los artistas estas armas
 
 
ROBERTO PÉREZ TOLEDO
Texto y fotos
Pocos se resisten a estas alturas. Facebook, Twitter o Instagram han llegado para redefinir nuestras relaciones actuales y también para inaugurar una nueva forma de interacción entre artistas y seguidores. Así, actores y actrices de todo el mundo, incipientes o consolidados, crean progresivamente sus propios perfiles en las redes sociales, rompiendo barreras en el trato directo con sus fans… y con sus detractores. Es el arma de doble filo y hay que enfrentarse a ella.
 
   Incluso quienes se mostraban reticentes en un principio están terminando por aceptar las nuevas normas del juego. Obran aconsejados en muchos casos por sus representantes, que son conscientes del enorme potencial de visibilidad y promoción que se esconde en las redes si se usan del modo adecuado. Precisamente nuestros actores más internacionales y con Óscar, Javier Bardem y Penélope Cruz, aún permanecen ausentes en Twitter, pero sí tenemos a buena parte de los intérpretes patrios a tiro de tuit, desde los más jóvenes (y, por tanto, lógicos nativos digitales) hasta veteranos que se han subido al carro con fuerza, como Pedro Mari Sánchez (@pedromarisanchez), Emilio Linder  (@emiliolinder) o Enrique Villén (@villenenrique).
 
   De las redes más utilizadas, Twitter, Facebook e Instagram, ¿cuál es la favorita entre los actores? Algunos, los de menor edad, arrancaron con Tuenti y otros probaron inicialmente con una cuenta de Facebook a nivel personal, pero lo habitual es que unos y otros hayan encontrado en Twitter (con sus actualizaciones de solo 140 caracteres) e Instagram (y sus fotos compartidas desde el móvil) las redes sociales más idóneas para conectar su vida profesional con la personal y mantener un contacto directo, en mayor o menor medida, con miles de seguidores.

Sergio Mur muestra su faceta deportiva en Twitter (@sergiomurlopez), Instagram (@sergio_mur) y Facebook

Sergio Mur muestra su faceta deportiva en Twitter (@sergiomurlopez), Instagram (@sergio_mur) y Facebook

   El actor español con más fieles en Twitter es Santiago Segura, con la friolera de más de dos millones de seguidores. Con esta cifra, nadie duda del enorme poder de Segura a la hora de movilizar a sus fans de cara al estreno de su Torrente 5, por ejemplo. Pero la primera cuestión es básica: ¿se puede ser actor y vivir ajeno a la red social? “Obviamente, cada uno debe hacer lo que siente que tiene que hacer. En mi caso, estar en las redes es importante, porque soy hijo de este tiempo y de este momento. Puede que a otros compañeros les vaya estupendamente y crean que no necesitan esta exposición, pero yo lo entiendo como una parte esencial de mi trabajo”, me cuenta el actor Sergio Mur, con más de 10.000 seguidores en Twitter (@sergiomurlopez), casi 5.000 en Instagram (@sergio_mur) y más de 9.000 en su fan page de Facebook, que también gestiona él mismo.   
 
   Mur (recién llegado de Miami, donde ha grabado la serie Reina de corazones para Telemundo) añade: “a raíz de trabajar en Estados Unidos he profesionalizado más mis perfiles en Internet. Es lo que he observado allí, donde no solo los actores, sino también los guionistas, los directores o los productores ejecutivos usan las redes para comunicar sus productos de forma ejemplar”.
 
   Pero… ¿sirven solo las redes sociales para promocionar la serie, la película o la obra de teatro de turno? “Me gusta que la gente me diga a mí directamente lo que le parece mi trabajo. El espectador se cansa de que su ídolo sea intocable o inaccesible y, aunque no puedas quedar para tomar un  café con aquellos que te lo proponen, puedes mostrarles que tu vida diaria es igual que la de ellos”, comenta Elena Furiase, con más de 180.000 seguidores en Twitter (@furiaseelena) y por encima de 50.000 en Instagram (@elenafuriase).

Elena Furiase, ante un cartel en el que figura su madre, Lolita Flores. Tiene cuenta en Twitter (@furiaseelena) e Instagram (@elenafuriase)

Elena Furiase, ante un cartel en el que figura su madre, Lolita Flores. Tiene cuenta en Twitter (@furiaseelena) e Instagram (@elenafuriase)

Balanzas y arrepentimientos
Y si compartes tu día a día, ¿dónde se pone la barrera para preservar la intimidad? ¿No es peligroso difuminar los límites entre lo profesional y lo personal? “Cuando voy a publicar una foto, la pongo en una balanza y me pregunto si estoy dispuesta a que esa foto pueda aparecer en una revista o en un programa de televisión”, aclara Elena. ¿Y si luego te arrepientes de algo que hayas publicado? “He borrado varias fotos, a veces hasta una semana después de haberlas publicado, porque me he arrepentido o debido a las reacciones… No es fácil. Aunque intentemos acertar siempre, somos humanos y hay días en lo que crees que está bien compartir algo y después te das cuenta de que no”, añade.
 
   “Intento sentirme libre y publicar aquello con lo que me siento cómodo y a gusto, como mi vertiente más deportista, y no sentir la obligación de compartir mi vida privada”, me comenta Mur. “Hay ocasiones en las que me he arrepentido de enseñar alguna foto, pero no me he atrevido a borrarla. Al fin y al cabo ya la habían visto todos mis seguidores…”, dice entre risas.
 
   “Me dejo llevar por mis impulsos a la hora de compartir algo, ya sea para mandar un mensaje de positividad, promocionar un trabajo o agradecer el apoyo que me han dado”, expone Víctor Sevilla, actualmente popular por su personaje de Jeco en la serie de Antena 3 Vive cantando. Sevilla, con 22.000 followers en Twitter (@sevillotti) y más de 17.000 en Instagram (@sevillotti19), se lo toma con humor: “A veces, con la mezcla explosiva entre el ego y la inseguridad de un actor, te haces algún selfie que cuando lo ves tiempo después, piensas: ‘madre mía, vaya tela de foto’. Pero intento relativizarlo y reírme de mí mismo”.
 
   ¿Cabe diferenciar entre el uso que se hace de una red social y otra? Ricardo Gómez (@ricardogomez10), Carlos en la serie Cuéntame, distingue entre el uso que le da a Twitter (donde tiene más 85.000 mil seguidores) y el que le da a Instagram (con casi 40.000 adeptos). “En un principio usaba Twitter de cachondeo, porque soy muy bruto, pero empezaron a multiplicarse los followers y se me fue cortando la libertad, sobre todo cuando ves que lo que dices puede tener efectos colaterales. Una vez comenté que no me gustaba un capítulo concreto de Cuéntame y eso fue noticia y portada de Fórmula TV y Vertele. Claro, ahora soy más cauto: por eso me creé un Instagram, para ser mas libre y más payaso”, explica Ricardo.
 
   “Pienso en la imagen que quiero proyectar, pero más como persona que como actriz”, reconoce Silvia Alonso, protagonista de Tierra de lobos y actualmente grabando La que se avecina.  “Tengo un humor muy negro y en mis comienzos en Twitter quizás escribía muchas burradas que a la gente le costaba pillar. Ahora suelo mandar antes a mis amigas lo que voy a tuitear para saber si es políticamente correcto; ellas son mi filtro”, desvela entre risas. Alonso supera los 30.000 seguidores en Twitter (@silvinha_ac) e Instagram (@silvia__alonso). “Ahora mismo uso más Instagram, que me parece más creativo y artístico y me permite ser más atrevida”, añade.

Víctor Sevilla se confiesa visceral a la hora de gestionar sus perfiles virtuales. Está presente en Twitter (@sevillotti) e Instagram (@sevillotti19)

Víctor Sevilla se confiesa visceral a la hora de gestionar sus perfiles virtuales. Está presente en Twitter (@sevillotti) e Instagram (@sevillotti19)

Mojarse o no mojarse
Parece una pauta general. Al comenzar a usar las redes sociales muchos pecaban de ingenuos, pero con el tiempo (y tras alguna experiencia desagradable o comprobar las reacciones airadas que provocan determinados asuntos más sensibles) han optado por ser más prudentes, especialmente en cuestiones ideológicas. “No estoy en Twitter para expresar mis opiniones políticas, sino para intentar tomarme el mundo con humor y positivismo. Prefiero no darle más importancia de la que tiene, es solo una red social”, resume también Silvia.
 
   “Al principio sí escribía más opiniones personales sobre la actualidad, pero no me terminaba de encajar la mezcla entre verter una opinión política y al mismo tiempo hacer un retuit de algo que estoy haciendo en televisión. Por eso decidí convertir mis redes en un punto de encuentro e información para aquellos a los que les interese mi trabajo, no mis opiniones”, corrobora Sergio Mur.
 
   “Soy consciente de la situación que vivimos, no estoy dentro de una burbuja y la sufro también en mis carnes, pero si pongo un tuit sobre política, intento que sea un mensaje generalizado, sin atacar a una persona directamente. Cuando me han preguntado, no me callo, pero no señalo con el dedo porque no creo que sea el lugar para ello, aunque haya gente que me llame cobarde”, dice Elena. En el caso de Víctor Sevilla, confiesa que ha sido menos cauto: “Intento ser libre y visceral, y alguna vez sí me he manifestado sobre la huelga general o la abdicación del rey y me han caído palos por todos lados. La gente enseguida se atreve a juzgarte, me llamaron niñato… Pero si en el futuro me nace volver a opinar sobre esto o lo otro, lo haré”.
 
   Es el peligro de unas redes donde, en muchas ocasiones, a las personalidades públicas no solo les siguen sus fans, sino también detractores siempre dispuestos a buscar los tres pies al gato a cualquier tuit mínimamente tergiversable. Es este, quizás, uno de los miedos principales de quienes aún se resisten a abrir esta puerta. “Yo era reticente hasta que un día Dafne Fernández nos convenció a Adriana Torrebejano y a mí”, reconoce Silvia Alonso. Muchos hablan de este 'efecto contagio' y explican que se unieron a las redes porque otros compañeros las usaban y parecían divertirse en ellas. Ricardo Gómez, por ejemplo, reconoce que 'contagió' a Pablo Rivero, a Imanol Arias, a Verónica Echegui... En el caso de Elena Furiase, fue su madre, Lolita Flores, quien le recomendó que se hiciera una cuenta de Twitter allá por 2011. Curiosamente, ahora Elena tiene más seguidores que su madre.  
 
   “Antes era contrario a las redes sociales, pero porque temía lo que finalmente ha pasado: que me he enganchado. Pensaba que eran un pérdida de tiempo y me daba coraje quedar con alguien y que no despegara la vista del teléfono”, me confiesa Jose Sospedra. Pero Sospedra también cayó cuando arrancó la tercera temporada de Tierra de lobos, en la que participaba, básicamente porque quería conocer de primera mano la opinión de los espectadores sobre la serie. Ahora tiene casi 5.000 seguidores en Twitter (@jose_sospedra) y se está iniciando en la adicción a Instagram.
 
   Y es que todos destacan la poderosa herramienta que han encontrado en las redes sociales para obtener una retroalimentación directa y sin intermediarios sobre la recepción que genera su trabajo. ¿Gusta o no gusta una nueva serie? ¿Qué tal se recibe este u otro capítulo? “Fui el primero de todo el equipo de Cuéntame en hacerme Twitter. Lo tuve antes que la propia serie, comentaba los capítulos cuando se emitían y me inventaba yo mismo los hashtags”, recuerda Ricardo. Ahora todas las series tienen su cuenta en las redes y ponen en circulación sus propios hashtags (palabras clave precedidas de una almohadilla para etiquetar los comentarios).

Descargar'>Ricardo Gómez se hace un 'selfie' en la madrileña Plaza de Oriente. De entre los actores de 'Cuéntame', él fue el primero en difundir la serie mediante redes sociales. Twitter (@ricardogomez10)

Ricardo Gómez se hace un 'selfie' en la madrileña Plaza de Oriente. De entre los actores de 'Cuéntame', él fue el primero en difundir la serie mediante redes sociales. Twitter (@ricardogomez10)

Autoestimas vulnerables
Eso sí: no se puede gustar a todos. Y es en este aspecto en el que las redes se vuelven salvajes, dañinas y hasta perjudiciales para autoestimas vulnerables. Es lo que hacen los llamados trolls, aquellos que parecen disfrutar usando la libertad de expresión para lanzar críticas que son de todo menos constructivas. “Tengo mucho carácter y al principio sí que contestaba a las groserías, pero me di cuenta de que hay gente que solo busca crisparte y conseguir que reacciones. Aun así, a veces consiguen lo que quieren: herirte con su insulto”, reconoce Furiase.
 
   Para Sergio Mur, “el de los detractores es un mundo complicado, pero intento hacer oídos sordos a lo que no es constructivo y autoprotegerme; no contesto a nada que implique falta de respeto a mí o a mi familia”.  En el caso de Ricardo Gómez, reconoce que a veces le divierte provocar a los que buscan provocarle a él. “Cuando la gente hace una critica destructiva, me llaman feo o me desean que me muera, suelo marcar ese tuit como favorito, ¡y encima se enfadan más!”, cuenta Gómez con risas.
 
   “Una cosa es que critiquen mi trabajo, pero si van a herirme a mí descaradamente borro los comentarios o bloqueo”, aclara Víctor Sevilla. “Borro solo las barbaridades, pero no si me dicen que un vestido no me queda bien o que me han retocado demasiado con Photoshop en tal sesión de fotos; tampoco quiero rodearme solo de elogios”, cuenta Elena. Y en ello coincide Alicia Sanz, que comenzó a hacerse popular en la serie Gavilanes y recientemente ha participado también en Amar es para siempre. “Alguna vez he bloqueado a alguien, pero no le doy demasiada importancia: para que exista una cosa bonita tiene que haber una cosa fea. Lo que nunca haría es entrar al trapo de un comentario insultante y responder yo”, comenta Alicia, que acumula más de 8.000 seguidores en Instagram (@aliciasanz_), donde también atrae el interés de las marcas de moda, interesadas en que la actriz luzca sus prendas en las fotos que publica. 
 
   Por suerte, los trolls son minoría frente a las toneladas de cariño y reconocimiento que brotan en las redes, que encima permiten agradecer directamente la labor que hacen los fans formando clubes de admiradores o grupos de apoyo. Eso sí, entre la marea de menciones y comentarios, no siempre hay tiempo para contestar (y contentar) a todos. “Suelo responder a la gente que es original o que más me llama la atención”, aclara Ricardo Gómez.
 
   “Intento contestar todas las menciones, porque a mí me encantaría que alguien a quien admiro me conteste”, me cuenta Elena. Y sabe de lo que habla, porque luego me confiesa algo más: “Yo le suelo escribir mucho a Ben Affleck, pero no me hace ni caso. Me gusta mucho como actor y director y el otro día le felicité el cumpleaños por Twitter y le dije que no habrá ningún Batman mejor que él. También tuiteo a Eva Longoria, Sofia Vergara, Ron Howard o Spielberg, aunque creo que su cuenta es falsa. Escribo además a directores españoles cuando veo una peli suya y me gusta; a Daniel Sánchez Arévalo, por ejemplo, pero él sí que me responde”. 

Silvia Alonso se muestra más como persona que como actriz en sus perfiles. Se la puede seguir en Twitter (@silvinha_ac) e Instagram (@silvia__alonso)

Silvia Alonso se muestra más como persona que como actriz en sus perfiles. Se la puede seguir en Twitter (@silvinha_ac) e Instagram (@silvia__alonso)

   Elena demuestra así que no hay barreras en las redes, que los ídolos de muchos también son fans de otros ídolos y que las posibilidades de interacción y enriquecimiento son infinitas si actuamos de forma responsable, consecuente, positiva y empática. Son un arma demasiado jugosa como para darle la espalda, ya seamos directores, guionistas, actores o cualquier otro eslabón en la cadena destinada a desembocar en un público al que tenemos la obligación de interesar con lo que hacemos. Lo comprobamos cada día, con películas, series, cortos u obras de teatro que se hacen grandes a través del ruido y el boca a boca en las redes. Es el poder de nuestro tiempo: el de los selfies, los filtros, los 140 caracteres, las arrobas y las almohadillas.
 
   Para terminar, no me resisto a preguntarle a Furiase cómo cree que usaría su abuela, la legendaria Lola Flores, las redes sociales si viviera este presente. “Contestaría a todo el mundo, incluso a los comentarios más agresivos y sería muy divertido. ¡Trending topic a diario por lo menos!”. Seguro que sí. 

Descargar'>José Sospedra huía de las redes hasta que recaló en 'Tierra de Lobos'. ¡Ahora está enganchado! Twitter (@jose_sospedra)

José Sospedra huía de las redes hasta que recaló en 'Tierra de Lobos'. ¡Ahora está enganchado! Twitter (@jose_sospedra)

Descargar'>Alicia Sanz es conocida por las series 'Gavilanes' y 'Amar es para siempre'. Ya acumula miles de seguidores en su cuenta de Instagram: @aliciasanz_

Alicia Sanz es conocida por las series 'Gavilanes' y 'Amar es para siempre'. Ya acumula miles de seguidores en su cuenta de Instagram: @aliciasanz_

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