El buen apetito de Yul Brynner con Luis Miguel Dominguín
JAVIER OCAÑA
Podría haber sido una película histórica, pero Villa Cabalga (1968) se quedó en anécdota al margen dentro de las producciones estadounidenses rodadas en España. ¿La razón? Iba a ser una película de Sam Peckinpah, pero finalmente el director de Grupo salvaje renunció a ella y pasó a manos de Buzz Kulik, un olvidado realizador menor. Hasta el gran nombre del coguionista, Robert Towne (El último deber, Chinatown, Yakuza), quedó empequeñecido. Así que lo que queda para el recuerdo, más que el western fronterizo que entonces empezaba a ponerse de moda, ambientado en el México de 1912, son las comilonas de Yul Brynner, uno de los protagonistas, en casa de Luis Miguel Dominguín (padre, entre otros, de Miguel Bosé). En aquel rodaje del año 1968, localizado entre Colmenar Viejo (Madrid) y El Casar de Talamanca (Guadalajara), estuvieron además Robert Mitchum, Herbert Lom y Charles Bronson junto a un extenso grupo de españoles: los intérpretes Fernando Rey, Julio Peña y José María Prada, pero también Eduardo García Maroto en tareas de producción.