− ¿Cuál ha sido el mayor golpe de suerte que ha recibido hasta ahora en su carrera?
− Cuando recibí el premio a la mejor actriz en el Notodofilmfest de 2013 por Kisses. Hasta entonces había actuado en numerosos cortometrajes, pero a raíz de ese me han pasado cosas muy bonitas, tanto profesionalmente como en lo personal. Fue importante que Roberto Perez Toledo me llamase el año pasado para Los amigos raros.
− ¿A cuál de los papeles que ha interpretado le guarda especial cariño?
− Todos te enseñan algo sobre las personas. Todos tienen alma y libran una lucha que necesariamente pasa por ti para así darles voz. El personaje con el que más te peleas es luego el que más te aporta, sobre todo por el camino que tienes que recorrer para defenderlo. Pienso que cada uno de ellos me ayuda a entender al siguiente, a respetarlo y quererlo por igual, ese es el proceso que me gusta a la hora de preparar mis interpretaciones.
− Si el teléfono dejase de sonar, y ojalá que no, ¿a qué cree que se dedicaría?
− A cualquier actividad consistente en trabajar con personas y viajar, siempre me han interesado los temas de cooperación y ayuda al desarrollo. Soy socióloga, aunque al mismo tiempo me encanta la literatura inglesa.
− ¿Ha pensado alguna vez en tirar la toalla?
− Este oficio es duro, pero ahora tenemos que coger más fuerza que nunca y reinventarnos, buscar otras maneras de creación. No todo es esperar, sino estar activos, ir trabajando con paciencia. ¡Y con amor! Me parece esencial rodearnos de buenos compañeros, que también son el alimento que nos nutre como artistas.
− ¿En qué momento de qué rodaje pensó: “¡Madre mía, en qué lío me he metido!”?
− Si no quieres que te pase eso, ten en cuenta esta lección que aprendí: ¡Nunca ruedes en tu casa!
− ¿Le gusta volver a verse en los filmes o series en los que participa?
− Me cuesta mucho observarme la primera y la segunda vez, pero superado ese filtro, la vergüenza inicial se esfuma y disfruto de mi trabajo.
− ¿Cuál considera que es el principal problema del celuloide español y qué solución se le ocurre para paliarlo?
− La situación es demasiado compleja. No solo hay un problema y tampoco una única solución. Debemos encontrar las fórmulas para que el público vaya a ver las películas. Eso es lo más importante, que la gente descubra nuestro trabajo. Si en otros países sucede, ¿por qué no en España?