Voz en ON
Viñetas en serie
MIGUEL ÁNGEL OESTE
Uno. En la vida como en el arte todo está relacionado. Las diferentes disciplinas artísticas se contaminan. Ha sido y será así siempre. Por eso, las adaptaciones literarias y de cómics al cine son una constante. Y, en las últimas décadas, con la relevancia de las adaptaciones para la gran pantalla de los tebeos de superhéroes de Marvel y DC, la industria cinematográfica ha puesto los ojos de un modo más firme en el mundo de las viñetas. Este es un hecho global.
En España, el panorama audiovisual (cine y teleseries) se ha centrado en ficciones/personajes muy reconocibles como Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, El Capitán Trueno, Anacleto, Superlópez o Makinavaja. Pero en los últimos años se ha fijado en títulos más singulares que se impregnan de influencias literarias, cinematográficas, pictóricas, históricas… o de la propia narración gráfica. Autores como Paco Roca, Antonio Altarriba, Santiago García, Javier Olivares, Pepo Pérez, Manel Fontdevila, Luis Bustos, Javi Castro, Isaac Sánchez, Albert Monteys y muchos otros están desarrollando un trabajo que llama la atención de las productoras de cine y televisión.
Dos. Este contexto sirve simplemente para situar la nueva adaptación comiquera patria, ¡García!, creada por Carlos de Pando y Sara Antuña a partir del cómic homónimo de Santiago García y Luis Bustos, editado por Astiberri y que estrenó hace unas semanas HBO Max.
Un tebeo y una serie que se imbrican en la corriente del thriller satírico-político para deconstruir el relato de nuestro país desde la desmitificación. Lo interesante de la propuesta es cómo se establecen variantes al discurso oficial que hacen aflorar las miserias del país, elaborando una ficción cargada de significados y símbolos que combina, al igual que hace el tebeo, multitud de referencias al cine y la literatura de género, el cómic de superhéroes o los tebeos del franquismo.
Tres. Si el cómic de Santiago García y Luis Bustos es magnífico, la serie no se queda atrás. Dirigida por Eugenio Mira (al que conocemos de otros títulos como Agnosia o Grand Piano, y que incluso estuvo como ayudante de dirección de Bayona en Jurassic World: El reino caído), el cineasta le imprime cuidado y mimo a la hora de trasladar el espíritu de las viñetas. En ese respeto por el material original tal vez se encuentre el acierto de la propuesta. Una serie que combina lenguajes e influencias y donde se aprecia cierta ambición y deseo de otorgar un carácter propio, pero también coherencia de estilo al estar detrás de los seis episodios el mismo director. Y esto se percibe en el uso de los formatos y el color, según estemos en el pasado con los flashbacks o en el presente.
Cuatro. Que Veki Velilla y Francisco Ortiz, los protagonistas, sean dos intérpretes poco conocidos para el gran público ya indica una forma de hacer las cosas. Este hecho otorga frescura y favorece la empatía porque actriz y actor se ajustan como un guante a sus personajes (la becaria periodista que busca su gran historia y el agente congelado) y, entre ellos, se da esa química interna tan necesaria que derrocha energía. El resto del reparto con Emilio Gutiérrez Caba, Silvia Abascal, Pepe Ocio, Daniel Freire, etcétera, también cumple.
Cinco. Como si fuera un Capitán América que se cruza con las aventuras de Roberto Alcázar y Pedrín, ¡García! opta por una perspectiva fordiana virada desde la esquina de Liberty Valance al deconstruir y desmitificar los relatos ideológicos de España en la lectura del presente que hace desde el pasado. Aquí la leyenda es un agente franquista desaparecido hace 60 años y que fue creado en los laboratorios franquistas. El motor de la acción y la aventura se establecen a partir del choque de mundos que representa García (la leyenda congelada) y la joven Antonia (la periodista que lo descubre). García se tiene que enfrentar a un mundo que no es el suyo, muy diferente, un hombre fuera de su tiempo que cobra una relevancia absoluta en la lectura que se realiza de nuestra sociedad. Este es uno de lo puntos fuertes del original y de la serie. De hecho, más allá de las peripecias y la búsqueda de entretenimiento, subyace la naturaleza trágica del personaje, fuera de su época y del mundo que conocía, más triste que triunfalista.
Licenciado en Historia y Comunicación, Miguel Ángel Oeste (Málaga, 1972) es autor de las novelas Bobby Logan (Zut, 2011), Far Leys (Zut, 2014), Arena (Tusquets Editores, 2020), que obtuvo el Premio Memorial Silverio Cañada en 2021, y Vengo de ese miedo (Tusquets Editores, 2022). También le asiste experiencia en el ámbito de la literatura infantil y juvenil con los títulos Carlota quiere leer (Anaya, 2020) y Sofía, la hormiga sin antenas (Anaya, 2022). Forma parte del Comité de Dirección de cine del Festival de Málaga y es director de la Semana de Cine de Melilla.