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Voz en ON 

 Buenos propósitos y buenas películas

 MIGUEL ÁNGEL OESTE

            

Ilustración: Luis Frutos

Uno. Aunque ya llevamos dos semanas de 2023 no me resisto a desearos una andadura llena de tranquilidad y salud, que la rapidez de la sociedad se ralentice o que al menos cada uno de nosotros encuentre el camino para hacerlo. Por algo es la primera columna del año. Vamos, que no puedo comenzar de otra manera.

 

Dos. Si la tendencia cuando finalizamos un año es recapitular cómo fue, hacer balance y listas de lo que hemos visto, leído, hecho, etcétera, el inicio del año es el momento de los buenos propósitos. Otra forma de realizar listas y plantearse metas. A veces, esas listas son poco realistas. Otras no. Depende. Pero a nadie extrañará que cada uno de nosotros escriba en su libreta mental el deseo o los deseos a los que aspira durante los próximos meses. Desde comer mejor a tener continuidad a la hora de hacer deporte, desde programar viajes a aprender o mejorar el inglés, desde ser más comprensivo y no criticar a los demás a usar menos el teléfono móvil, desde reír más e intentar ver siempre el vaso medio lleno y no medio vacío, a aprender a decir que no, desde leer más libros, tebeos a ver más películas y series de televisión… Y así, qué duda cabe, podríamos seguir hasta el infinito y más allá.

 

Tres. El que dejamos atrás ha sido un gran año cinematográfico, con espléndidas historias como As bestas, de Rodrigo Sorogoyen; Alcarrás, de Carla Simón; Cinco lobitos, de Alauda Ruiz de Azúa; La consagración de la primavera, de Fernando Franco; La maternal, de Pilar Palomero; Un año, una noche, de Isaki Lacuesta y otros títulos. En estos últimos propósitos de ver más películas, lo normal es mirar los próximos estrenos. Los títulos más esperados que podremos ver durante 2023. También se podría hacer al revés; es decir, plantearse volver a visionar o hacerlo por primera vez películas que conforman el canon cinematográfico del cine español, como Viridiana, de Luis Buñuel, o Surcos, de José Antonio Nieves Conde. Pero esto lo pospondremos para la siguiente entrega y en esta caminaremos por lo que nos depararán los próximos meses.

 

Cuatro. Un nuevo año que vuelve a ser prometedor. Tendremos las nuevas películas de directoras con mirada propia, estimulantes, como Carla Subirana, Lucía Alemany, Elena Trapé, Celia Rico, Belén Macías, y debutantes que demostraron su potencia en el cortometraje como Estíbaliz Urresola, e incluso el debut detrás de las cámaras de la humorista Eva Hache. Tras el drama adolescente que planteó en La inocencia, Lucía Alemany cambia de registro y dirige una comedia, Mari(dos), protagonizada por Paco León y Ernesto Alterio, que descubrirán después de un accidente que su mujer es la misma persona. Los pequeños amores es la nueva historia de relaciones entre mujeres de Celia Rico, que nos sorprendió con Viaje al cuarto de una madre. Belén Macías adapta Verano en rojo, la novela homónima de Berna González Harbour, con un reparto que encabezan Marta Nieto y Jose Coronado. Después de Blog y Las distancias, Elena Trapé estrenará Els Encantats, con Laia Costa como protagonista, para contar la historia de búsqueda de esta mujer tras separarse. Sica, de Carla Subirana, cuenta la historia de un naufragio y una espera de lo más sensitiva. Por su parte, la ópera prima de Estíbaliz Urresola, 20.000 especies de abejas, narra con sensibilidad el problema de la identidad en una persona de ocho años de sexo masculino con apariencia y actitudes femeninas. Mientras, la cómica Eva Hache dirige Un mal día lo tiene cualquiera, con el rostro de Ana Polvorosa, que se enfrenta a varios imprevistos antes de defender su tesis doctoral.

 

Cinco. A lo largo del año tendremos también el regreso de pesos pesados de la cinematografía española, como Javier Fesser con Campeonex, la continuación de la tierna Campeones. De Juan Antonio Bayona veremos La sociedad de la nieve, sobre un equipo de rugby que se estrella en los Andes y queda atrapado allí. Paco Plaza nos traerá algo de inquietud con Hermana muerte, todo lo contrario que Santiago Segura, que con Vacaciones de verano cuenta la aventura de dos hombres (Leo Harlem y el propio Segura) que se quedan sin trabajo y consiguen uno temporal como animadores infantiles en un hotel. También tendremos el regreso de Víctor Erice con Cerrar los ojos, la historia de un actor que desaparece de un rodaje.

 

Seis. Actores y actrices como Pau Durá y Silvia Munt vuelven a ponerse tras las cámaras en Pájaros y Las buenas compañías, respectivamente. Incluso podremos ver la primera película de Mario Casas como director, Mi soledad tiene alas, una historia de jóvenes de barrio en las afueras de Barcelona. Productores como Gerardo Herrero en Bajo terapia y Mar Targarona en El cuco también dirigen nuevas películas.

 

Siete. Y faltan muchas más. Pero se avecina un buen año de ficciones que nos facilitarán esa vida más calmada y conectar con el que somos.

           
                              
                                                

Licenciado en Historia y Comunicación, Miguel Ángel Oeste (Málaga, 1972) es autor de las novelas Bobby Logan (Zut, 2011), Far Leys (Zut, 2014), Arena (Tusquets Editores, 2020), que obtuvo el Premio Memorial Silverio Cañada en 2021, y Vengo de ese miedo (Tusquets Editores, 2022). También le asiste experiencia en el ámbito de la literatura infantil y juvenil con los títulos Carlota quiere leer (Anaya, 2020) y Sofía, la hormiga sin antenas   (Anaya, 2022). Forma parte del Comité de Dirección de cine del  Festival  de Málaga y es director de la Semana de Cine de Melilla.                         

            
               
                                
 

   

       

       

       

       
       

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