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#VozEnOn


 

 ¿Adiós o hasta pronto?

   

MIGUEL ÁNGEL OESTE

     

            

Ilustración: Luis Frutos

 

Uno. Nunca me han gustado las despedidas. Le embarga a uno cierta tristeza, como que se acaba algo y se desconoce si el regreso volverá a tener el mismo impacto enérgico, emocional. Pero está claro que hoy, miércoles 31 de julio de 2024, cerramos Voz en On, no sabemos si de forma definitiva o solo por la temporada estival para recobrar fuerzas. Un espacio mágico al que fui invitado por el generoso Fernando Neira y que durante estos dos años también he compartido con el gran artista Luis Frutos (alguien que hace mejores los textos, dando corporeidad y hasta vida a las palabras) y el sabio Héctor Álvarez.

 

Dos. A veces he tenido dudas de si alguien estaba al otro lado, de si los textos eran leídos. Siempre que esas dudas parecían subidas al Everest, recibía un mensaje de algún actor o actriz que le había dedicado su tiempo a la lectura. De Luis Tosar a Laia Costa, de Dani Guzmán a Javier Pereira… y también cineastas y otros sectores de este fascinante oficio creativo que es el séptimo arte. Esto es un reflejo de la generosidad y empatía de actrices, actores, directores y demás profesionales del mundo del cine. La constatación de ser un arte en comunidad, en el que los verbos se conjugan en plural y no en singular, porque el apoyo de todos resulta esencial.

 

Tres. Sin embargo, incluso con estos apoyos, con estas muestras de empatía, tampoco está uno seguro de haber cumplido los objetivos o si al menos he salido de la convención y la rutina la mayoría de las ocasiones, o por el contrario he caído en ellas con frecuencia. Tiendo a pensar que no me he librado de esas convenciones que nos atan. Aunque, eso sí, uno intenta trasladar la fascinación por un arte que forma parte de nuestra vida a muchos niveles, que nos acompaña en lo personal y sentimental hasta el sótano del subconsciente.

 

Cuatro. Quizás todas estas elucubraciones solo signifiquen que uno con el calor apenas da más de sí, que es incapaz de abrir nuevas grietas en la escurridiza realidad. O simplemente que no sé terminar la última entrega, entre viajes, quehaceres domésticos y visionados de películas que se estrenarán el próximo año.

 

Cinco. Lo que sí es clave es saber construir el final perfecto. Me acuerdo de esa Norma Desmond bajando las escaleras en El crepúsculo de los dioses, de Billy Wilder, diciendo: “Cuando quiera, señor DeMille, estoy lista para rodar”; o de ese grito de Charlon Heston cuando ve la estatua de la Libertad enterrada en la playa al final de El planeta de los simios, de Franklin J. Schaffner; o el Resistiré de la película de Pedro Almodóvar en Átame; o el emocional de Mi vida sin mí, de Isabel Coixet; o eso que no oímos que le dice Bill Murray a Scarlett Johansson en Tokio en Lost In Translation, de Sofia Coppola, memorable; o finales de la infancia para los de mi generación como El club de los cinco, de John Hughes; o E.T., de Steven Spilberg; o clásicos como los de Casablanca, de Michael Curtiz… Hay tantos…

 

Seis. Sea esto una despedida o un hasta pronto (igual ustedes pueden opinar), lo que es irrenunciable es mi agradecimiento a AISGE y a cada persona que haya pasado por este espacio, que haya leído y compartido las maravillosas ilustraciones de Luis Frutos y las palabras de quien suscribe.

 

Siete. ¿Nos vemos en septiembre?

 

           

           

           

           

                                           

                            
                        

                  
                  

Licenciado en Historia y Comunicación, Miguel Ángel Oeste (Málaga, 1972) acaba de reeditar en versión revisada Perro negro (antes, Far Leys, 2014), en torno a la figura del malogrado genio del folk británico Nick Drake. Es autor de las novelas Bobby Logan (Zut, 2011),  Arena (Tusquets Editores, 2020), que obtuvo el Premio Memorial Silverio Cañada en 2021, y Vengo de ese miedo (Tusquets Editores, 2022, premio Finestres de narrativa en 2023). También le asiste experiencia en el ámbito de la literatura infantil y juvenil con los títulos Carlota quiere leer (Anaya, 2020) y Sofía, la hormiga sin antenas   (Anaya, 2022). Forma parte del Comité de Dirección de cine del  Festival  de Málaga y es director de la Semana de Cine de Melilla.                         

     
     

        
       

            

       

       

       

            

            

       

       

       

       

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