twitter instagram facebook
Versión imprimir

           

                  

#VozEnOn


 

 Y, ¿qué llevarías a los Óscar?

   

MIGUEL ÁNGEL OESTE

     

           

Ilustración: Luis Frutos

 

Uno. Se supone que hoy, miércoles 18 de septiembre, cuando ve este texto la luz en la web y redes de AISGE, la Academia de Cine anuncia la película seleccionada para representar a España en los Óscar, el próximo 3 de marzo de 2025. Ya se sabe que las tres películas que optaban a este viaje eran Segundo premio, de Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez; Marco, de Aitor Arregi y Jon Garaño, y La estrella azul, de Javier Macipe. Y como suele ser norma, unos echaban de menos unos títulos y otros aplaudían las tres preseleccionadas. Quizá nadie lo expresó tan bien como el crítico Javier Ocaña en un tuit: “En la eterna duda de qué mandar a los Oscar, si lo que puede gustar más a los votantes u optar simplemente por lo mejor (y si a ellos no les gusta, que les den), siempre hay que escoger lo segundo. Y, sin ver aún Marco, Segundo premio y La estrella azul son las mejores”.

 

Dos. Comparto la aseveración del admirado Ocaña. Y, como tampoco he visto aún Marco, de Aitor Arregi y Jon Garaño, se me ocurrió hacer un juego entre personas de distintas edades que no habían visto ninguna de las tres películas, pero a las que les leía las sinopsis de cada una de ellas y, en función de esa lectura, debían elegir la película que mandarían a competir por el Óscar. No sé si es original o simplemente una estupidez, sin embargo, pensé que era un entretenido experimento de palpar lo que podría atraer a diferentes generaciones.

 

Tres. No fue esta la idea original para el texto. En un inicio pensé hablar sobre música y cine, pero me pareció injusto con la historia de Enric Marco, que conocía porque había leído el libro de Javier Cercas, El impostor. También se me ocurrió hablar con Fernando Méndez-Leite, el presidente de la Academia, un hombre de cine bueno que siempre tiene palabras ocurrentes para todo, aunque luego lo deseché, pues iba a ponerle, quizás, en una encrucijada de caminos.

 

Cuatro. Para los lectores que estén en la misma situación que los entrevistados, dejaré exactamente las sinopsis que leí. Las tomé de las páginas de alguna de las productoras.  

 

Segundo premio: “Granada, finales de los 90. En plena efervescencia artística y cultural, un grupo de música indie vive su momento más delicado: la bajista rompe con la banda buscando su sitio fuera de la música y el guitarrista está inmerso en una peligrosa espiral de autodestrucción. Mientras, el cantante se enfrenta a un complicado proceso de escritura y grabación de su tercer disco. Nadie sabe que ese disco cambiará para siempre la escena musical de todo el país. Esta (no) es una película sobre los Planetas”.

 

La estrella azul: “Años 90. Mauricio, un famoso rockero español recorre Latinoamérica buscando reencontrarse con su vocación. Allí conoce a Don Carlos, un anciano músico en horas bajas que, a pesar de ser autor de algunas de las canciones más famosas del folclore de su país, apenas consigue pagar sus facturas. Carlos acoge con generosidad al extraño visitante haciendo las veces de maestro Miyagi musical. De su encuentro nace un extravagante dúo quijotesco, con todos los visos de ser un absoluto fracaso comercial".

 

Marco: “Enric Marco fue un deportado que nunca existió, un hombre que durante años fue capaz de mantener, ante la opinión pública y su propia familia, una mentira difícil de imaginar: que había sido prisionero en un campo de concentración nazi. Carismático y convincente, Marco ascendió a la presidencia de la Asociación Española de Víctimas del Holocausto, donde se convirtió en una figura destacada y admirada por su supuesta valentía y sufrimiento. Hasta que un día un historiador descubre que su relato es completamente falso".

 

Cinco. Tanto el chico y la chica de 16 a 20 años como los de 21 a 30 a los que pregunté, se decantaron sin dudarlo por la película de Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez. Todos habían oído hablar de ella, a pesar de que no todos conocían a Los Planetas (a excepción de un joven que mostró cierta fascinación por ellos; de hecho, había estudiado en Granada y había hecho sus pinitos en un grupo amateur de música). La película de Javier Macipe también les atraía, pero, si tenían que elegir una era Segundo premio. Para bien o para mal, habían oído hablar de Los Planetas y hasta alguno sabía que ganó en Málaga la Biznaga de Oro, lo que quizás, claro, jugaba a favor, porque los jóvenes eran malagueños. En cambio, Marco quedó en una especie de nebulosa. Sus impresiones venían de la lectura de la sinopsis y de lo que habían oído. El caso es que todos fueron contundentes con sus opiniones y no dudaron.

 

Seis. Con los hombres y mujeres que hablé de 31 a 40, de 41 a 50 y de 61 a 70, la cosa fue muy distinta. Tardaron mucho más en decidirse mientras trataban de llegar a un argumento preciso que parecía escurrirse como el agua entre las manos. Solo dos personas tuvieron claro que llevarían Marco, pero lo hicieron por un descarte de gusto, ya que decían que no les interesaba nada las ficciones basadas en artistas musicales. Sin embargo, comentaban que la historia de Enric Marco entroncaba con cierta personalidad española. Los demás estaban divididos entre el periplo de La estrella azul y el magnetismo o aura de Los Planetas en Segundo premio.

 

Siete. De esta encuesta, sondeo, exploración superficial, nómbrenla como deseen, sí que saqué al menos un par de conclusiones relevantes que compartían las tres películas desde diferentes ópticas. Una era que cualquier persona crece mediante lo misterioso, mediante la búsqueda y configuración de algo distinto que termina siendo mundano. Y la otra es que como humanos, conscientes o inconscientes, luchamos contra el tiempo en cada una de sus variantes.

 

Ocho. Cuando lean este texto ya sabrán la película seleccionada. Da lo mismo, sea una u otra. Quizás el mejor viaje es que vean las tres, porque son experiencias que nos acompañarán y nos desvelan de máscaras.

 

 

           

                                                                                   

                            
                        

                  
                  

Licenciado en Historia y Comunicación, Miguel Ángel Oeste (Málaga, 1972) acaba de reeditar en versión revisada Perro negro (antes, Far Leys, 2014), en torno a la figura del malogrado genio del folk británico Nick Drake. Es autor de las novelas Bobby Logan (Zut, 2011),  Arena (Tusquets Editores, 2020), que obtuvo el Premio Memorial Silverio Cañada en 2021, y Vengo de ese miedo (Tusquets Editores, 2022, premio Finestres de narrativa en 2023). También le asiste experiencia en el ámbito de la literatura infantil y juvenil con los títulos Carlota quiere leer (Anaya, 2020) y Sofía, la hormiga sin antenas   (Anaya, 2022). Forma parte del Comité de Dirección de cine del  Festival  de Málaga y es director de la Semana de Cine de Melilla.                         

     
     

        
       

            

       

       

       

            

            

       

       

       

       

       

Versión imprimir